Vecinos de Nordelta piden una reserva natural para los carpinchos

El debate por “la invasión” de carpinchos se instaló entre los vecinos de Nordelta en 2021, cuando los roedores llegaron nadando al barrio privado. Lejos de ser una visita transitoria, adaptaron su estilo de vida a las condiciones que encontraron, y la convivencia con las personas pareció ser la única opción.

“No hay más carpinchos que antes, hay menos lugar para que vivan”, expresan desde la Asociación Vecinal Nuevo Nordelta, que desde agosto de este año se organizan en una causa: piden una reserva natural para que los carpinchos puedan vivir. A través de la difusión que tomó la problemática, buscan que se destinen hectáreas dentro de Nordelta que conserve toda la flora y fauna del Delta.

En septiembre crearon una petición a través de una pagina web para recolectar firmas, y ya lleva más de 36 mil personas que apoyan la iniciativa. En la descripción explican: “Los vecinos de Nordelta y alrededores estamos muy preocupados por el avance desmedido de la desarrolladora (Nordelta Ciudad) sobre toda la zona de Humedales, sin tener en cuenta el impacto ambiental negativo”

Originalmente, el terreno donde hoy se ubica Nordelta era un humedal, el hábitat natural del mayor roedor de Sudamérica, especie autóctona desde Panamá hasta el sur de la Provincia de Buenos Aires. El desmonte en el Delta de Paraná ha arrasado con el ecosistema de los carpinchos, al punto de estar acorralados en el paisaje de cemento.

Este panorama no les deja otra alternativa que acercarse a los jardines de las casas para comer pasto y descansar. También utilizan las piletas debido a que son animales semiacuáticos y dependen del agua para casi todas sus actividades.

Es por esto que la Asociación Civil Nuevo Delta le pide a la Municipalidad de Tigre que haga cumplir la Ley Nacional de protección y conservación de flora y fauna.”Todavía no obtuvimos una respuesta clara de los responsables”, expresan desde Nuevo Delta.

Otra de las soluciones que está en consideración es el proyecto que presentó en mayo de 2023 el CONICET y la Universidad de Buenos Aires, con el aval de la Asociación Vecinal Nordelta (AVN). Se trata de una vasectomia para el control de población de carpinchos, cuya primera fase se realizaría en Nordelta.

Para que se lleve a cabo, debe ser aprobada la Comisión Institucional para el Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio (CIRCUAL). Los vecinos que que conforman Nuevo Delta se expresan en contra de dicho proyecto:”No entendemos como aprobarían semejante intervención sobre una especie silvestre protegida”.

El grupo vecinal no solo busca proteger a los carpinchos, sino que se manifiesta en defensa de los humedales y de otras especies que habitan en el lugar, como las lechuzas, coipos, garzas y gallaretas, entre otras. Por eso, proponen que se debería complementar con corredores biológicos para que la fauna pueda desplazarse hacia la Reserva, un espacio natural con vegetación donde alimentarse y refugiarse.

“Todos los días muere un carpincho”, alerta la agrupación vecinal desde Instagram. Es que, además de tener que adaptar su estilo de vida a lo poco que quedó de su hábitat natural, también corren peligro de ser atropellados por autos o de lastimarse al saltar cercos muy altos cuando son ahuyentados por algunos lugareños.

“Recibimos muchos mensajes de vecinos que no saben como actuar ante un animal atropellado o herido, por eso también pedimos que nos informen acerca de los protocolos que rigen en estas situaciones, así también con enfermedades y atención sanitaria, más ahora, que estamos en plena época de parición de bebés”, plantean desde Nuevo Delta.

Las ultimas ampliaciones a gran escala del barrio cerrado los desplaza de su hábitat natural. “La posibilidad de que esta situación los encamine a su extinción genera rechazo en gran parte de la población en general y la local, y por supuesto en organizaciones proteccionistas”, concluyen.

Solo se tiene registro de un seguimiento de la especie llevado a cabo en 2020, en el que se contabilizaron 400 carpinchos en Nordelta. La asociación civil exige que se realice un censo de las manadas para actualizar la información.

“Creamos esta asociación civil para protegerlos, y estamos dispuestos a colaborar en lo que sea necesario pero sabiendo que los que deben crear la reserva son la desarrolladora y el Municipio de Tigre por no haber medido como corresponde el impacto ambiental”, expresan desde Nuevo Delta.