Erika Silvana Castaño fue capturada con la pequeña en sus brazos mientras intentaba comprar pasajes para huir a La Costa. Fue imputada por la sustracción de la chiquita
Erika Silvana Castaño, de 27 años y madre de tres hijos, se sentó este jueves frente a la fiscal Sivina Estévez, titular de la UFI N°4 de Lomas de Zamora, y se negó a declarar luego de que ayer fuera detenida con la bebé robada en el hospital Alende, en la localidad de Ingeniero Budge. La mujer tenía intenciones de subirse a un micro en Luis Guillón y dirigirse a su casa de San Clemente del Tuyú, en el partido de La Costa.
Lo cierto es que, tras el silencio de la acusada, los investigadores aún no han podido determinar cuál fue el motivo detrás del robo Aylin, la recién nacida. Luego de negarse a declarar, Castaño quedó formalmente detenida.
Más allá de que para los detectives aún no hay ninguna pistas concretas sobre la razón por la cual Castaño ingresó al centro médico disfrazada de doctora y se llevó a la bebé, la madre de la pequeña lanzó esta mañana una hipótesis frente a los medios: “Atrás de esto hay más personas, estuvo todo bien organizado. Esto no fue un delirio de locura, es una excusa”, afirmó Nicole Sandoval. Incluso rechazó la posibilidad de que la acusada utilice ese argumento para pedir su excarcelación.
Por el momento, la fiscal Estévez reconstruye lo ocurrido e intenta comprender cómo pudo la detenida llevarse a la niña. En una primera instancia, la funcionaria judicial la identificó observando las cámaras de seguridad del centro médico. Luego, Sandoval la reconoció y a partir de ese momento, los detectives de la DDI local fueron tras ella.
Cerca de las 17 de ayer, personal de la DDI de Lomas de Zamora encontró a Castaño junto a la bebé en la zona de la terminal de ómnibus de Luis Guillón. Allí, la interceptaron con Aylin en brazos mientras intentaba comprar un pasaje para La Costa: más precisamente a San Clemente del Tuyú.
Tras la detención de la mujer, fue la familia de la beba la que confirmó el hallazgo de la chiquita en Luis Guillón. “Ya está con la mamá”, decía María, una de las abuelas de Aylin.
Los dueños del comercio donde la arrestaron hablaron con la prensa y relataron la secuencia de la detención de la sospechosa. Según precisó una testigo, la mujer había llegado el día previo al robo a la niña proveniente desde San Clemente del Tuyú.
“Cuando le pedimos documentos llegó la Policía, así que parece que ya la venían siguiendo”, contó Stella e insistió sobre su trabajo: “Como ella no tenía documentación de la menor, no le podíamos vender el pasaje directamente”.
Lo cierto es que 24 horas después de tanta angustia, este jueves Aylin recibió el alta. Su madre y su padre se mostraron en la puerta del hospital Alende con la nena en brazos y relataron la pesadilla que vivieron. “Yo trataba de estar centrada, confiaba en Dios que mi hija iba a estar con nosotros. Le pedí que me la cuida hasta que me llegue”, recordó Sandoval.
Además, contó que en cuanto le mostraron una foto de la beba que había sido recuperada por la Policía, la reconoció de inmediato. “Era su naricita, sus cachetes”, dijo a los medios.