El equipo de Martín Demichelis podría asegurarse el título este viernes si Talleres no derrota a Huracán. Un empate ante Estudiantes el sábado le alcanzará para dar la vuelta olímpica.
River se prepara para vivir una jornada festiva este sábado en el Monumental. Es que está todo dado para que el equipo de Martín Demichelis pueda dar la vuelta olímpica ante sus hinchas, que esperan con ansias el momento indicado. Esos mismos fanáticos que llenaron todos los partidos el estadio y que, lógicamente, ya agotaron las entradas para el encuentro ante Estudiantes. El conjunto de Núñez, incluso, puede ser campeón este viernes, si Talleres no le gana a Huracán.
“Va a ser un fiestón”, aseguran quienes transitan a diario los pasillos del Monumental. Es que se está preparando un recibimiento especial para los futbolistas, como así también para después del partido, en el que la idea es que haya distintos tipos de shows, pero con el foco siempre puesto en los protagonistas, que serán los jugadores y el cuerpo técnico, por supuesto. Y en caso de ser campeones, se les armará un escenario para la premiación
Minutos antes de las 19 del sábado, cuando las cabezas de los jugadores de River asomen por el túnel único, se espera un recibimiento acorde a la ocasión. Con mucho humo rojo y blanco desde los cuatro costados del estadio y el estruendo que se detona detrás de la tribuna San Martín.
A su vez, se sumará el colorido habitual que la Subcomisión del Hincha le aporta al Monumental en los momentos decisivos, con tirantes y globos rojos y blancos, mosaicos y alguna sorpresita adicional que prometen.
Este jueves por la tarde, los hinchas agotaron las entradas. Quienes poseen el abono de Tu Lugar en el Monumental ya tenían reservado su butaca, mientras que se habían puesto a la venta tickets para socios sin TLM y miembros de la Comunidad Somos River, que volaron rápidamente.
Cuando comience el partido con Estudiantes, habrá un marco imponente en el Monumental. Que estrenará nuevas ubicaciones, además, ya que se colocaron las butacas en los sectores medios de las uniones de la tribuna Centenario con la San Martín y la Belgrano. Por lo tanto, la capacidad estará en 86.350 lugares.
Los hinchas también aportaron su cuota para el título, con la constancia de concurrir asiduamente a Udaondo y Figueroa Alcorta y apoyar al equipo a puro aliento en cada partido. Y si se concreta el título será la primera vez que un equipo en la modernidad dé la vuelta olímpica ante más de 86 mil personas, una cifra record para el fútbol argentino y sudamericano en la actualidad, a partir de las reformas que hubo en el estadio, con la incorporación de cuatro tribunas bajas inferiores, inauguradas este año.
De hecho, este campeonato también es el de las obras. Las gradas inferiores de la San Martín, la Sívori y la Centenario se inauguraron en el primer encuentro de local, ante Argentinos Juniors, por la tercera fecha de la Liga. Y la nueva baja de la Belgrano, en el partido ante Fluminense por la Copa Libertadores.
No habrá -lógicamente- autobomba, símbolo de los festejos, como sucedía antes, dado que la pista de atletismo no está más. Pero igualmente, en caso de que el título se consiga este sábado, los jugadores podrán dar la vuelta por el campo de juego -como sucedió en la Liga 2021, en la última consagración en el Monumental, la anteúltima del ciclo Gallardo-, y bien pegados a la gente.
Incluso, esa caminata o trote suave por los bordes del césped podría darse antes del partido si es que River sale a la cancha sabiendo que ya es campeón. Eso sucederá si Talleres no le gana a Huracán este viernes por la noche en Parque Patricios. Ese partido va a tener seguramente picos de rating, con el aporte de visualizaciones de los hinchas Millonarios.
Incluso, el cuerpo técnico y los jugadores seguirán el encuentro de la “T” desde la concentración del Monumental, donde estarán alojados este viernes por la noche luego del entrenamiento vespertino en el estadio. Y si el título se hace realidad, el sábado a la noche, luego de jugar con Estudiantes, compartirán un momento de intimidad y festejo en el vestuario con sus familiares, amigos y personas más cercanas, como sucede habitualmente en las consagraciones.
