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Eran dos de las mejores escaladoras de los Estados Unidos.
Gina Marie Rzucidlo y Anna Gutu soñaban con convertirse en las primeras mujeres estadounidenses en escalar las “14 ochomiles” que -traduciendo la jerga del alpinismo- son las catorce montañas más altas del mundo que rondan los 8.000 metros de altura.
Everest, K2, Kanchenjunga, Lhotse, Makalu, Cho Oyu, Dhaulagiri, Manaslu, Nanga Parbat, Annapurna, Gasherbrum I y II, Broad Peak, Shisha Pangma. Ellas estaban intentando superar la última.
El pico del Tíbet, que para muchos especialistas es el más fácil de los obstáculos, era el último que debían alcanzar las alpinistas.
La que llegara primero se convertiría en la mujer récord. La cima del Shisha Pangma está a 8027 metros de altura y recién fue conocida de cerca por primera vez el 2 de mayo de 1964.
Gina y Anna andaban por caminos separados acompañadas de sus sherpas nepaleses. Gutu iba con su guía Mingmar; Rzucidlo, con Tenjen. Eran cuatro de los más de 50 alpinistas de todo el mundo que intentaban alcanzar el hito en la cordillera de los Himalayas.
Pero el fin de semana, lamentablemente, implacables avalanchas tiñeron la nieve de sangre.
Avalanchas mortales
Un alpinista kosovar que se dio cuenta del peligro que se avecinaba -y que, al igual que las otras 52 personas que participaban de la carrera, se bajó de la escalada- vio a Gina y a su guía seguir escalando a pesar de que a lo lejos se aproximaba otra avalancha “enorme”.
De un momento a otro solo quedaron ellos cuatro. Gina, Anna y sus dos guías. El resto se resguardaba del temporal en una base.
Durante todo el fin de semana el monte fue asediado por aluviones. Las avalanchas que abatieron a las alpinistas el mismo día ocurrieron a unos 7.600 y 8.000 metros, lo que indica que ambas se encontraban en las instancias finales de su ascenso.
La primera golpeó a Gutu y Mingmar el sábado cerca de las 11 de la mañana; la segunda, aquella que abatió a Gina y Tenjen, se produjo en la misma zona pero por la tarde.
Primero hallaron el cuerpo de Anna. Fue el sábado 7 de octubre. Estaba junto al de su guía.
Las esperanzas de hallar viva a Gina y a su sherpa se mantenían vivas hasta este miércoles, cuando el gobierno chino los declaró muertos.
Los rescates tuvieron que ser a pie. Fueron complicados debido a la ubicación en la que se encuentra el monte.
Como Shisha Pangma está en la frontera entre Nepal y el Tíbet, conseguir helicópteros de rescate no resultó sencillo. Sobrevolar la frontera implica una desgastante burocracia que no hace excepciones por tragedias.
Si bien ya encontraron los cadáveres de Gutu y su guía, los cuerpos de Rzucidlo y Tenjen serán recuperados en primavera, cuando las condiciones climáticas sean favorables.
El trabajo de toda una vida
Las escaladoras se habían aventurado a escalar la Shisha Pangma este año porque fue recién en 2023 cuando China liberó las restricciones por el COVID y permitió la carrera.
La hermana de Gina fue testigo del trabajo de años de la alpinista para alcanzar superar los “14 ochomiles”. “Es desgarrador porque estaba muy, muy cerca”, dijo Christy en conversación con The Telegraph.
El de Gina ella era un desafío personal. Cuando llegara a la cima iba flamear la bandera iraní para pedir por los derechos de las mujeres de ese país.
Susan, la madre de Rzucidlo, contó que su hija estaba en muy buena forma a pesar de que venía de escalar trece de las “14 ochomiles”.
“Gina era simplemente una persona increíble. Ella simplemente vivió la vida al máximo. Ella realmente quería lograr ésto”, dijo.
Tenjen, el guía, ya había escalado la montaña nepalí en abril y superado los 14 picos junto a la alpinista noruega Kristin Harila. Hicieron el desafío en 92 días, convirtiéndose así en los más rápidos en haberlo logrado.
Gutu, una alpinista ucraniana nacionalizada estadounidense, había escalado el Cho Oyu cinco días antes de su montaña final.
Anna quería convertirse, al igual que su compañera, en una de las diez mujeres de la historia en haber subido a todos los ochomiles.
