La fintech fundada por Pierpaolo Barbieri se quedó con el banco ABC Capital y acelerará su desarrollo en el mercado mexicano. En la Argentina, ya había comprado el banco digital Wilobank. Por qué no puede emitir más tarjetas en México hasta resolver cuestiones regulatorias
La fintech argentina Ualá consolidó su expansión regional al concretar la compra del banco mexicano ABC Capital. De este modo, el “unicornio” aspira a construir un esquema similar al que impulsó en la Argentina al comprar en abril pasado Wilobank, el banco digital de Corporación América, el holding fundado por Eduardo Eurnekian.
“En los próximos 18 meses vamos a invertir USD 150 millones en México”, aseguró a Infoabe el fundador de Ualá, Pierpaolo Barbieri. Ese monto será volcado a la expansión del negocio y el desarrollo de nuevos productos en México y no incluye lo desembolsado por Ualá para acceder al paquete accionario de ABC Capital, operación cuyo monto que no fue informado.
“Ualá compra un banco pero detrás de eso hay una alianza estratégica. Los actuales accionistas de ABC Capital venden la entidad pero se quedan dentro de Ualá”, explicó Barbieri.
El empresario de 34 años explicó que del mismo modo que cuando cerró la compra de Wilobank incorporó a Eduardo Eurnekián entre sus accionistas, “será un honor poder sumar a Ualá a empresarios importantes que nos ayudarán a ‘localizar’ los servicios” que ya desarrolló en la Argentina. Entre ellos, destacó a Mario Laborin, quien fuera vicepresidente de la Bolsa de Comercio y director general de Nafin, el banco de desarrollo mexicano, durante la presidencia de Vicente Fox.
ABC Capital es un banco pequeño, con pocas sucursales, 12 años de trayectoria y con sus negocios focalizados en Monterrey. Tiene como atractivo particular que en los últimos años inició una transformación tecnológica y presta servicios a otras entidades bajo el formato banking as a service, “algo similar a lo que el Banco Industrial (Bind) hace en la Argentina”, explican en Ualá.
Al igual que la compra de Wilobank en la Argentina, que aún está pendiente de aprobación por parte del Banco Central, el traspaso de ABC Capital a manos de Ualá que acaba de cerrarse también requerirá de la venia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el organismo regulador del sistema financiero mexicano. Y en el caso de México, las decisiones del regulador han tenido un rol relevante.
“Más allá de la decisión que tomó el regulador, siempre supimos que el formato con el que empezamos no era para siempre, porque no nos da toda la flexibilidad que necesitamos. Por eso siempre existieron dos opciones: generar un banco desde cero o comprar uno. Y encontramos la oportunidad” (Pierpaolo Barbieri)
A diferencia de la Argentina, en México la regulación de las fintech se hizo a través de una ley que, tras un largo proceso de debate, se sancionó en 2018. En ese momento, se decidió que solamente las fintech que ya estaban operando lo siguieran haciendo. Un año atrás, Ualá ingresó al mercado mexicano esquivando esa limitación mediante el modelo denominado “fintech as a service” que implica que los servicios financieros son prestados al usuario por una fintech pero en base a una plataforma tecnológica operada por otra. En este caso, Ualá comenzó a operar en ese país utilizando los servicios de Belanea, una fintech dueña de la billetera digital UnDosTres, que brindar servicios similares a los que Ualá presta en la Argentina.
A fines de septiembre pasado, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) rechazó el pedido de licencia de 5 fintech, entre ellas Belanea, la que servía de base de operaciones para Ualá. Por esa decisión oficial, Ualá no puede abrir nuevas cuentas en México desde entonces y solamente está habilitado a prestar servicios a las ya existentes. Así lo registra su propia página web en México: “Por cuestiones regulatorias, por ahora no podemos realizar la apertura de nuevas cuentas”. Crisis u oportunidad, como quiera verse, Ualá necesitaba iniciar un nuevo camino en el mercado mexicano. Y lo encontró comprando un banco.
En Ualá niegan que, tal como leen algunos en el sector fintech, la compra del banco mexicano sea una reacción al traspié que implica no poder emitir nuevas tarjetas por la finalización del esquema fintech as a service. “Es una forma incorrecta de verlo”, dijo Barbieri, que espera que en pocas semanas pueda volver a emitir sus tarjetas de débito Mastercard normalmente.
“Más allá de la decisión que tomó el regulador, siempre supimos que el formato con el que empezamos no era para siempre, porque no nos da toda la flexibilidad que necesitamos para expandirnos. Por eso siempre existieron dos opciones: generar un banco desde cero o comprar uno. Y encontramos la oportunidad”, agregó ante Infobae.
Barbieri aseguró que Ualá analizaba la posibilidad de comprar un banco desde hace más de un año, por lo que sus inversores ya sabía que la operación anunciada hoy estaba en agenda cuando Ualá captó USD 350 millones en la ronda de inversión desarrollada en agosto pasado. Esa ronda, la más cuantiosa para una empresa privada de los últimos tiempos, transformó a la empresa en “unicornio” ya que la dejó con un valor de capital de USD 2.450 millones. Aún con la expansión en México, en Ualá no hay previsiones de una nueva ronda y consideran que hay capitalización suficiente.
Ualá aspira a alcanzar el punto de equilibrio operativo en 2022. En la Argentina, abrió 100.000 cuentas en el último mes, más de la mitad de ellas para clientes que ya tenían alguna tarjeta
Ualá ya tiene en México 350.000 tarjetas emitidas, el 75% de ellas fuera de la capital del país y en su mayoría en manos de jóvenes. Sus servicios se basan en pagos, transferencias, la tarjeta prepaga y las recargas. Una vez puesta en marcha la nueva compañía, podrá sumar nuevos servicios similares a los que ya presta en la Argentina: la aceptación de pagos con tarjeta para comerciantes y emprendedores, inversiones, seguros y préstamos, entre otros.
Aunque no adelantan sus cartas (en ambos países, está a la espera de la aprobación de los respectivos gobiernos), la estrategia podría tener elementos comunes en ambos países: poder prestar servicios bancarios tradicionales y otros habituales de las fintech, manteniendo operaciones en ambos terrenos. A la vez, buscan ganar mercado en forma simultánea tanto entre quienes están bancarizados como entre quienes no lo están.
Tras el proceso de lanzamiento e inversiones con el que llegó a 3,5 millones de tarjetas, Barbieri aseguró que en 2022 Ualá alcanzará en la Argentina el “breakeven operativo”, es decir, llegará al punto de equilibrio entre ingresos y egresos. Acaba de lanzar un plan de fidelización y ve con buenos ojos el plan Transferencias 3.0, con la interoperabilidad para los pagos con QR. Ualá abrió en la Argentina 100.000 cuentas en el último mes; más de la mitad de ellas, fueron para clientes que ya tenían alguna tarjeta. Dos aspectos resultan claves para disputarle esa clientela a la banca tradicional: crear un ecosistema, en que todos los servicios se resuelvan en un solo lugar y que la mayoría de esos servicios sean gratis.