El Gobierno está inyectando más dinero y los expertos dicen que la mayor demanda hará subir los valores ante una menor oferta vacuna por razones estacionales. El impacto de las restricciones que perduran.
El Gobierno viene destacando que debido al cepo a las exportaciones de carne el precio cayó en el mercado local en los últimos dos meses. Pero desde el sector cárnico abren el paraguas y adelantan que esta “primavera” está llegando a su fin y volverán los aumentos para fines de octubre.
Entre julio y agosto, el precio de la carne cayó 2,7% en total (0,9% y 1,8%, respectivamente), según los datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Sin embargo, en el año el aumento del producto emblemático para los argentinos ascendió un 77%, muy por encima de los datos de la inflación en el mismo período, que marcaron un 51,5%. El corte que más se ha elevado en su valor en este lapso fue el lomo, con un auge del 86%, seguido por el vacío (84%) y el asado de tira (82%).
Y ahora desde el sector cárnico adelantaron que el precio de la carne volverá a subir en los próximas semanas, pero aclararon que no se debe a la flexibilización del cepo a la carne que anunció el Gobierno este martes.
Javier Peralta, secretario de Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) indicó que el precio de la carne va a aumentar y se va a dar independientemente que esté o no cerrada las exportaciones de carne. “Es cíclico. Siempre en noviembre y marzo la carne aumenta porque se ajusta la salida de los animales de los corrales al costo real que tuvo el engorde, quiere decir que se ajusta por inflación”, remarcó.
“Es un tema de oferta-demanda”, agregó explicando por su parte Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de matarifes y abastecedores (CAMyA). Según explicó, habrá una mayor demanda de carne “por la platita” que le están entregando a la gente previo a las elecciones legislativas del 14 de noviembre, parafraseando al candidato a Diputado por la Provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán.
Mientras que la oferta de carne está condicionada al negocio, que hoy no tiene previsibilidad, y en algunos eslabones se trabaja a pérdida. “Los feedlots están perdiendo entre 5.000 a 8.000 pesos por animal. ¿Quién va a apostar a un un negocio para perder plata?, se preguntó. “Esto hará subir los precios, generando inflación no sólo en la carne, sino también en otros productos”, agregó.
En los primeros ocho meses del año se faenó un total de 8,56 millones de cabezas de hacienda vacuna, un 8% menos en comparación a igual lapso de 2020. Y la producción de carne retrocedió 6% en el mismo período.
Precisamente, en agosto los feedlots perdieron 3,5% de ocupación (donde sale el 76% de la faena total) contra el mes anterior y un 5% en relación a mismo mes de 2020. Y la reposición retrocedió a 0.7%, lo que significa que no llega a reponerse la totalidad del animal que se va del corral.
“Obedece a la situación del negocio. La relación compra-venta es negativa para el engorde“, dijo Fernando Storni, gerente general de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF). Además, influyó que los feedloteros comercialicen animales más livianos por los desincentivas que provocó el cepo a las exportaciones impuestas a fines de mayo.
En este sentido, el nuevo ministro de Agricultura, Julián Domínguez, anunció que a partir del próximo lunes se liberarán las ventas externas de las vacas conserva y de manufactura, conocidas como “vaca china”, porque como venía remarcando desde el campo, no son consumidas en el pais.
Según el funcionario, son unos 140.000 animales, por sobre un rodeo de 53 millones de cabezas, por lo que descartó que la autorización presione al alza a los precios al consumidor argentino.
El Gobierno mantendrá la prohibición a los siete cortes más populares (asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío) hasta el 31 diciembre. Mientras que falta definir qué hará con el cupo del 50% mensuales que vence el 31 de octubre.