El presidente dialogará con su par ruso. Esta semana llegaron 3 millones de dosis y completarían un total de entre 7 y 8 millones durante junio y la misma cifra en julio.
En el Gobierno son cautos, porque ya tropezaron varias veces con la piedra de su propio entusiasmo. Sin embargo, se permiten volver a ilusionarse con la llegada de vacunas contra el coronavirus y la aceleración de la distribuciones y las aplicaciones. “Por primera vez en mucho tiempo, vemos luz al final del camino”, señala un funcionario con despacho en la Casa Rosada que destina más horas a supervisar el operativo de vacunación y de los contagios que a cualquier otra actividad del Ejecutivo. En ese marco, el presidente Alberto Fernández compartirá este viernes a las 12.30 una videoconferencia con su par ruso Vladimir Putin para anunciar el comienzo de la producción local de Sputnik V en la planta del laboratorio Richmond en Pilar.
Se trata de la tercera comunicación entre los mandatarios en lo que va del año. La última vez había sido en abril, cuando el jefe de Estado argentino contrajo Covid-19 a pesar de estar vacunado con las dos dosis de la vacuna rusa. Participarán de la videoconferencia autoridades del laboratorio argentino y del Instituto ruso Gamaleya.
La esperanza del Gobierno se sostiene en que la Argentina se aproxima a un porcentaje de vacunados similar al que atravesaron otros países en su punto de inflexión. También, por la posible disposición de entre 7 y 8 millones de dosis durante el mes de junio. En julio hay compromisos firmados para recibir la misma cantidad de dosis. “Si bien el objetivo de todo proceso de vacunación es lograr coberturas del 95 por ciento, en algunos países se estima que con menos cobertura se tiene resultados, algo de eso se puede ver en lo que está pasando en segmento de 60 años y mayores”, explican en la Cartera de Salud que conduce Carla Vizzotti.
El 83 por ciento de las personas de 60 años y mayores ya tiene aplicada una dosis y hoy se registra una disminución de la letalidad principalmente en los mayores de 60, el grupo más vulnerable, debido a la vacunación.
El desafío para el Ejecutivo será acelerar la aplicación de dosis en las 24 jurisdicciones. Algunas provincias no inocularon con la velocidad deseada, cuando la escasez se notaba más. “El Plan de vacunación contempla que se puedan aplicar entre 5 y seis millones de dosis por mes”, señalan en la Rosada.
Este jueves arribaron 815 mil dosis de Sputnik y en los últimos días se completaron envíos por 2,9 millones de dosis, casi lo mismo que en todo el mes de mayo. En el Ejecutivo piensan en junio como un “mes bisagra”, en el que podrían completar la inoculación de todos los grupos de riesgo, tal como comunicó el Presidente en su última cadena nacional.
En el Gobierno detallan que de los cerca de 8 millones de dosis que llegarían, 2 millones son las elaboradas por el laboratorio chino Sinopharm. Se sumarán a los envíos comprometidos y postergados de AstraZeneca y a las Sputnik V producidas en Moscú y en el laboratorio Richmond. El laboratorio argentino ya informó el miércoles que en los próximos días iniciará la producción de las vacunas, tras la aprobación del Instituto Gamaleya.
A esas cifras podrían sumarse las donaciones de los Estados Unidos al país a través del mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud, que oficializó la Casa Blanca este jueves. Como dijo Vizzotti, tras la polémica por las declaraciones del jefe de Covax para la región Santiago Cornejo, el Gobierno sigue negociando Pfizer. El Gobierno ya cerró un trato para comprar vacunas al laboratorio chino Cansino y explora un acuerdo con Cuba por el desarrollo de sus vacunas.
La próxima semana el Presidente volverá a reunirse con el equipo de infectólogos del oficialismo para diagramar el nuevo DNU que regirá la pandemia.
El mapa epidemiológico sigue siendo alarmante. El número de muertos aumentará en los próximos días, tras atravesar el pico de los 41 mil contagios. “Más infectados son más muertos”, reiteran en el Gobierno. Los expertos ya expresaron que prefieren confinamientos breves que facilitan su acatamiento.
Si se impusiera el deseo de los sanitaristas, habría un aislamiento más estricto durante la aceleración del proceso de vacunación. “Israel, por ejemplo, vacunó con la gente en sus casas. Nosotros lo estamos haciendo con la gente afuera. Aprendimos del año pasado a prestar atención al humor social, pero es una discusión que está abierta”, expresaron en el Ejecutivo. El tema, por ahora, no se abordó en el Consejo Federal de Salud.
Datos del ministerio de Salud bonaerense sumaron un poco más de tranquilidad. Un estudio demostró que, con la aplicación de la primera dosis de la vacuna Sputnik V-que Rusia quiere vender como una versión light-, se consigue una eficacia del 78,6% para evitar el Covid-19 en personas mayores.