- La clave de este año no es el modelo, sino la textura acanalada que se ve en todas las mallas.
- En los locales cuentan que las turistas las compran hasta para salir a la noche.
“Una vez usé este tipo de malla para salir, también tengo una bandeau de esta misma tela que la usé como top. Casi ni se nota que se pueden usar así en la noche, porque te ponés un blazer y le sumás una pollera o pantalón”, dice Victoria (16), quien desde hace unos días disfruta de unas vacaciones con amigas y familia en Pinamar.
Es de las chicas que se sumaron a la tendencia furor de los trajes de baño con textura “acanalada”, las rayadas que a primera vista dan la sensación de parecer arrugadas y que también son elegidas para completar outfits nocturnos.
Algunos conjuntos estilo bandeau (sin tiras), varios en triangulitos, otros tantos con argollas o con tiras para atar o regular la parte inferior de las bikinis, otros estilo enterizas o trikinis que se combinan con shorts de jean en la playa. Los diseños y colores son variados, lo que se mantiene es la textura.
No es la única. El mix que ofrece este tipo de malla conquista a muchas mujeres de todas las edades que llegan a veranear, a tomar sol, a disfrutar del mar; buscan la comodidad y la doble funcionalidad: playa y salidas nocturnas. Así también lo destacan quienes trabajan en Key Whoss, uno de los locales de trajes de baño que se encuentra en el centro de Pinamar y en otros puntos de la costa.
“Esta malla entró en diciembre 2023, el verano pasado había otras de corderoy. Sí, se usan mucho para salir, a veces directamente vienen y te la piden para ir a cenar o a bailar. Pueden usarla como top con un short engomado. Es como el body, que también tiene esa función”, señala una de las vendedoras.
Estos diseños están hechos con tela jacquard, y en este comercio se venden en color lila, verde y negro. El precio es de $ 22.600 para las partes superiores que se muestran estilo top con tiras para atar a la altura de la espalda o del cuello.
El corpiño en triangulito con argolla y tiras para atar a la altura de la espalda o cuello está $ 24.000. La pieza inferior del traje de baño varía entre $ 16.000 y $ 19.800.
En este local de trajes de baño destacan que muchas veces las trikinis metalizadas son opciones muy elegidas. Esto debido a que es fácil usarlas como body y, al haber diseños llamativos, permiten crear diversos outfits nocturnos con pocos accesorios.
En Torii, otra de las marcas que trabaja con diseños de trajes de baño y lencería en el centro de Pinamar, hay varios modelos de mallas en tela morley que entraron esta temporada. Los precios van de $ 32.000 en efectivo a $ 40.000 en tarjeta.
“Les gustan a todas las chicas y queda bien en todos los cuerpos. Lo bueno es que para quien tiene mucha lola, permite que pase más desapercibida. Y para quien tiene poca, genera la sensación de que tiene más. Lo usan mujeres de todas las edades”, remarca una de las vendedoras.
“Lo que más miro a la hora de elegir una bikini es que sea texturizada. Me gustan las mallas con textura.Tengo también una rosa parecida a esta, con las rayas, de las que son tipo top. Esta que tengo puesta me la regaló mi cuñada, sabe que me encantan”, comenta Nara (23), mientras se sumerge en las olas con un conjunto en color verde moho. Ese es otro dato: muchos de estos trajes de baño se ven en una gama de colores tierra y verdosos.
Camila (35) y su grupo de amigas también se inclinó por este tipo de . De hecho, ella la lleva en color bordó y cuenta que tiene otra igual en color lila. Dos de sus amigas toman sol con conjuntos de textura acanalada en colores amarillo y verde oscuro.
“Sí, he visto mucho que las chicas se visten con esto para salir a la noche. Yo la uso solo para la playa, pero sí vi. Lo que me gusta de este modelo tipo top, que se lo compré a unas chicas que las diseñan en Pinamar, es que tampoco te deja marcada la piel, la tira es finita, está buena”, cuenta.
Pinamar. Enviada especial
AS
