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Un policía se cruzó a su ex en la ruta, la persiguió y la ejecutó: “Ahora sí estoy tranquilo”

Estaba de servicio y le pegó un tiro en la cabeza, delante del esposo, al que también quiso matar. Sus dos compañeros no hicieron nada.

Faltaban unos tres kilómetros para el acceso a Elortondo. La pareja, oriunda de Villa Cañás, iba en su Peugeot 307 azul por la ruta provincial 90, en dirección a Alcorta, cuando un patrullero de la Policía Vial de Santa Fe, que los perseguía, empezó a hacerles señas de luces, con la sirena encendida, hasta que su conductor los pasó y les tiró el vehículo encima para que se detuvieran.

Marino Milevich (63), el hombre que manejaba el 307, se bajó nervioso. No tardó nada en reconocer al chofer de la camioneta: era el agente Iván Jesús Leguizamón (28), ex novio de su pareja, Claudia González (29).

¿Quieren hablar?“, aceptó Milevich, a pesar de la tensa situación. “Sí, quiero hablar con ella“, respondió el oficial, que lucía calmo y hablaba sin levantar la voz.

El femicidio ocurrió en el kilómetro 130 de la ruta 90, cerca del Elortondo, en el sudoeste de Santa Fe. Foto Juan José García.

El femicidio ocurrió en el kilómetro 130 de la ruta 90, cerca del Elortondo, en el sudoeste de Santa Fe. Foto Juan José García.

Entonces, el esposo de González se acercó al patrullero, adonde estaban, parados en la banquina, los dos compañeros del policía. Leguizamón caminó hasta el auto y le pidió a la mujer recomponer el vínculo, que habían cortado hacía casi tres meses, según la familia de ella. Pero Claudia le ratificó que había decidido volver con su esposo y padre de su hijo de 8 años.

Dejame de molestar, no quiero volver con vos, te voy a denunciar“, le advirtió asustada la mujer ante su insistencia, según reconstruyeron las fuentes consultadas por Clarín. La respuesta del agente fue brutal: desenfundó su pistola reglamentaria y le pegó un tiro en la cabeza. Luego intentó dispararle también a Milevich, pero se le trabó el arma y empezaron a forcejear. Estuvo a punto de ahorcarlo contra el piso, pero desistió.

¡Mirá lo que hiciste! Sos joven“, le repetía conmocionado el marido de la víctima, intentando calmarlo. Poco antes le había pedido ayuda a los otros jóvenes oficiales. Ninguno de los dos reaccionó.

Claudia González (29), víctima de un femicidio en Elortondo, Santa Fe. Tenía un hijo de ocho años.

Claudia González (29), víctima de un femicidio en Elortondo, Santa Fe. Tenía un hijo de ocho años.

Leguizamón se calmó, se apoyó en el patrullero y lanzó, con la víctima muerta dentro del 307: “Ahora sí estoy tranquilo“. Y luego, con cinismo, le preguntó al hombre: “¿Me vas a venir a visitar a la cárcel con tu nene?“.

El femicidio se produjo al mediodía del sábado pasado. La pareja había salido desde Villa Cañás rumbo a Alcorta, ubicada a casi 100 kilómetros, para ver un acoplado tolva para un camión de Milevich, en el departamento de General López.

Hicieron la mitad del trayecto cuando se cruzaron con el patrullero, que apenas los reconoció, a la altura de Chapuy, giró en “U” y empezó a perseguirlos. “¿Para qué?“, preguntaron sus compañeros. “Quiero hablar con mi novia”, respondió Leguizamón. Recorrieron poco más de 15 kilómetros hasta que los alcanzaron.

González, que solía acompañar a su marido en su labor como camionero, llevaba un año estudiando en el Instituto de Seguridad Pública Provincia de Santa Fe (ISEP), en Murphy. Quería ser policía y actualmente era cadete. Tenía tres hermanas mujeres, más otra -prima- que su papá había criado como hija propia, y ocho hermanos varones.

“Nunca nos imaginamos que podría hacer eso. La ejecutó a sangre fría“, le dijo a Clarín Eugenia González (37), una de las hermanas de la víctima, que esperaba que este lunes les entregaran el cuerpo para poder despedirla.

La mujer se lamentó: “Mi hermana trabajaba también con el camión, había hecho un par de cursos, de gestora, estudiaba para ser policía, siempre queriendo progresar”.

Claudia González (29), con su hijo. Estudiaba para ser policía.

Claudia González (29), con su hijo. Estudiaba para ser policía.

Los detenidos

Leguizamón quedó detenido. Este domingo, el fiscal de Melincué Julián Cochero lo imputó por “homicidio calificado por el vínculo, por ser cometido por un varón contra una mujer mediando violencia de género, abusando de su función o cargo cuando fuere miembro de fuerzas policiales“, contemplado en el artículo 80 del Código Penal. El escenario es prisión perpetua.

También arrestaron a los dos compañeros del agente. Fueron identificados como Jonatan Rojo (28) y Mario Agüero (24), a quienes los acusan de “partícipes secundarios” ya que en ningún momento intervinieron para detener al femicida. Antes del hecho, habían estado haciendo un control de tránsito en la zona de Melincué y regresaban a Venado Tuerto. Los tres se negaron a declarar.

“Lo que nos parece más grave es que es una persona de una fuerza de seguridad matando una mujer mientras está cumpliendo una tarea. Hay una clara responsabilidad del Estado. Además, los dos compañeros no impidieron la sucesión de los hechos”, afirmó a este diario la abogada Carolina Walker Torres, quien representa a la familia de la víctima junto a Rebeca Di Battista.

“Ningún organismo del Estado todavía se comunicó con la familia”, se quejó.

El Peugeot azul en el que iba la víctima. Foto Juan José García.

El Peugeot azul en el que iba la víctima. Foto Juan José García.

Entre el martes y el miércoles, el juez Aldo Baravalle definirá si dicta la prisión preventiva para los tres detenidos. A Leguizamón, además del femicidio, lo imputan por el intento de homicidio de Milevich. Según los testimonios, tenía apuntado al camionero, al que ya había multado en distintos controles de tránsito. “Usaba la autoridad pública para temas personales“, resumió a Clarín un investigador.

En la escena del crimen trabajaron policías de las comisarías de Elortondo y Chapuy, además de la Unidad Regional VIII General López.

En los últimos diez años en Argentina hay un promedio de un femicidio cada 30 horas. Según estadísticas de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, sólo en 2018 fueron 278. La mayoría de los asesinatos ocurren en las casas de las víctimas y son cometidos por parejas o ex.

DÓNDE LLAMAR

Línea 144Atención para mujeres en situación de violencia.

Línea 137Atención a Víctimas de Violencia Familiar.

911 Emergencias

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