Las autoridades tratan de determinar como la mujer de 60 años, oriunda de Estados Unidos, terminó en las aguas heladas
Un buzo de la Guardia Costera de Estados Unidos desafió el miércoles los gélidos rápidos cerca del borde de las cataratas del Niágara para llegar a un coche parcialmente sumergido y descubrir que fue demasiado tarde para rescatar a la conductora en su interior.
Con ayuda de drones y un helicóptero se pudo localizar “un cuerpo en el asiento del conductor”, según una fuente.
El suboficial de segunda clase Derrian Duryea, un rescatista asentado en Detroit, descendió con ayuda de un cable sujeto a un helicóptero, abrió una puerta del vehículo y sacó el cuerpo de su única ocupante, una mujer de unos 60 años, dijeron funcionarios de la Policía de Parques Estatales de Nueva York y la Guardia Costera.
Un video mostró cómo Duryea, con un traje naranja y un hacha en la mano izquierda, descendía hacia el coche mientras nevaba y lo azotaban el viento y los chorros de agua. Tras girar lentamente y pasar junto al coche, pudo agarrarse al vehículo del lado del pasajero, abrir la puerta y desaparecer en el interior.
Unos dos minutos más tarde, con el agua fluyendo alrededor del vehículo y por encima del precipicio, unos 50 metros río abajo, Duryea emergió e hizo una señal al helicóptero, que los izó a él y a la conductora inmóvil del agua.
”Una mujer de más de 60 años, oriunda del oeste del estado de Nueva York, fue hallada (y) declarada muerta en el lugar”, indicó la policía en su comunicado.
“Fue un trabajo increíble de la Guardia Costera”, dijo el capitán de la policía de parques Christopher Rola en una conferencia de prensa. Dijo que nunca se había llamado a los rescatistas para que acudieran a un vehículo tan cerca del borde.
No está claro cómo cayó el automóvil al río Niágara. Los testigos informaron de que lo vieron flotando cerca de un puente peatonal, donde se cree que se metió. Las carreteras de la zona estaban resbaladizas en medio de una nevada ligera.
Las autoridades dijeron que la mujer vivía en la zona. Su nombre no se dio a conocer a la espera de notificar a sus familiares.
Después del rescate, el vehículo permaneció casi completamente sumergido, y solamente estaban visibles una parte del techo y el maletero abierto, en los rápidos aguas arriba de las American Falls, una de las tres cascadas que componen las cataratas del Niágara. Muchas personas vieron cómo los equipos de emergencia se preparaban para intentar sacar el vehículo del agua.
Rola dijo que los equipos de rescate en aguas rápidas del departamento de parques estatales no habían podido llegar al coche debido a su ubicación. La policía había utilizado un dron para determinar que había alguien en el interior.
Las cataratas del Niágara tienen suelen atraer tanto a los temerarios que intentan desafiar a la muerte lanzándose a sus aguas en artilugios caseros, como a presuntos suicidas.
Rola dijo que los investigadores tratarían de determinar si el vehículo terminó en el agua de forma accidental o intencional.