Por primera vez lo reconoció la presidenta de la isla, sin dar detalles. Para Beijing, es “una provocación”.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, confirmó este jueves por primera vez que Estados Unidos cuenta con presencia militar en la isla “para entrenar a las tropas taiwanesas”. China respondió enseguida que se trata de una “provocación” y una “amenaza contra la paz” por parte de Washington.
En una entrevista con la cadena estadounidense CNN de la que se hicieron eco los medios taiwaneses, Tsai respondió “sí” cuando le preguntaron: “¿El apoyo de EE.UU. incluye militares para entrenar a las tropas taiwanesas?”.
La mandataria añadió que existe una “amplia gama de cooperación” con EE.UU. para “aumentar la capacidad de defensa” de Taiwán, pero evitó precisar el número exacto de efectivos estadounidenses en el país, y aclaró que son “menos de los que se cree”.
El ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-cheng, intentó matizar las palabras de la presidenta. Aseguró que Tsai “no dijo que hubiese un destacamento militar estadounidense en la isla” y definió la presencia de efectivos de EE.UU. como “personal en intercambio”.
A principios de mes, una fuente del Pentágono confirmó por primera vez la presencia de tropas estadounidenses en Taiwán, que Beijing considera parte integral de su territorio.
Un artículo sobre la presencia de las tropas de EE.UU. en Taiwán, durante una sesión sobre el tema en el Parlamento de la isla, este jueves. Foto: EFE
Pero hasta ahora ningún líder taiwanés había admitido en público esa presencia desde que la última guarnición estadounidense abandonó la isla en 1979 tras el reconocimiento diplomático del régimen comunista por parte de China.
“Línea roja”
Como sea, Beijing no tardó en responder. Por medio del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Wang Wenbin, declaró que las acciones independentistas en la isla “no pueden cambiar el hecho irrefutable de que Taiwán es parte de China”.
Además, avisó a las autoridades de la isla -que se gobierna de manera autónoma desde 1949 y tiene su propio ejército, pero cuya soberanía reclama Beijing- que “la búsqueda de la independencia es un callejón sin salida”.
“Nos oponemos con firmeza a cualquier forma de intercambios oficiales y contactos militares entre Estados Unidos y Taiwán”, afirmó el portavoz, y a la vez instó a Washington a actuar “bajo el principio de una sola China”, por el cual se niega la existencia de la República de China (Taiwán) en favor de la República Popular China.
En un editorial, el diario nacionalista chino Global Times afirmó por su parte que “con la presencia de soldados estadounidenses en Taiwán, se cruzó una línea roja”.
Amenazas cruzadas
La afirmación de Tsai supone la confirmación de la información publicada por el diario estadounidense The Wall Street Journal a principios de mes en la que aseguraba que una veintena de miembros de las fuerzas especiales y del Cuerpo de Marines de Estados Unidos se encontraba en la isla desde hacía al menos un año para entrenar a las tropas terrestres y marítimas taiwanesas.
La semana pasada, en otra declaración poco habitual, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró que su país “tiene el compromiso” de defender militarmente a Taiwán en caso de que China ataque la isla, un extremo ni confirmado ni descartado en el Acta de Relaciones de Taiwán fruto del ‘statu quo’ creado en 1979, cuando Washington estableció oficialmente relaciones diplomáticas con Beijing en detrimento de Taipei.
En esa ocasión, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, también debió aclarar lo dicho por su presidente: “No hubo ningún cambio. El presidente no estaba anunciando ninguna modificación de nuestra política, ni tomó ninguna decisión que cambie nuestra política”.
Psaki reiteró que la relación entre EE.UU. y la isla en materia de defensa está regida por la Ley de Relaciones con Taiwán, a cuyos principios, entre los que se incluye ayudar a los taiwaneses a mantener “una capacidad suficiente de autodefensa”, Washington seguirá adhiriéndose.
Por tanto, la intervención estadounidense en caso de que Beijing ataque sigue siendo una incógnita, pero Tsai declaró a CNN que, “dada la larga relación” entre Taiwán y EE.UU., tiene “fe en que EE. UU. defendería” la isla en ese supuesto.
Tensión creciente
Este mes, los líderes de Beijing y de Taipei reafirmaron sus posturas tradicionales: el presidente chino, Xi Jinping, vaticinó que “la reunificación puede conseguirse y se conseguirá”, mientras que Tsai proclamó que “nadie puede obligar a Taiwán a tomar el camino elegido por China”, la cual “no ofrece ni un estilo de vida libre y democrático para Taiwán ni soberanía para sus 23 millones de habitantes”.
Un desfile de vehículos militares de Taiwán durante la celebración del Día Nacional de Taiwán en Taipei, el 10 de octubre. Foto: EFE
Todo esto en un momento en el que las fuerzas aéreas chinas han realizado incursiones récord en la zona de identificación aérea (ADIZ) de Taiwán, lo que provocó que, según el ministro de Defensa de la isla, las relaciones entre Beijing y la isla atraviesen “su peor momento en cuatro décadas”.
Además, Tsai aseguró a CNN que la amenaza procedente de China “crece cada día”.
Estas tensiones repercuten en las relaciones entre China y EE.UU., que no mantiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán, a la que sí le unen sin embargo lazos extraoficiales y a la que suministra material militar.
Ofensiva diplomática
Taiwán, que en la actualidad mantiene relaciones diplomáticas formales con 15 países, está inmerso en una campaña para expandir su presencia internacional.
Su ministro de Exteriores, Joseph Wu, visitó esta semana la República Checa y Eslovaquia, y una delegación de diputados del Parlamento Europeo, liderada por el socialista francés Raphaël Glucksmann, planea visitar la isla la próxima semana.
Además, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, animó esta semana a otros países a que se uniesen a Washington “en el respaldo a la participación sólida y significativa por parte de Taiwán en todo el sistema de Naciones Unidas”, y describió a la isla como una “historia de éxito democrático” y un “valioso socio” de EE. UU.
Recientemente, Xi Jinping apostó por una “reunificación pacífica” con la isla, un cambio respecto a la declaración realizada a principios de 2019, cuando dijo que no renunciaría al uso de la fuerza para recuperar la soberanía.
China considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas.