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En los primeros ochos meses del año el déficit suma US$ 6.205 millones.
En agosto, el déficit comercial alcanzó los US$ 1.011 millones, un 241% más que el saldo negativo de igual mes de 2022. La explicación central es el efecto de la sequía que sigue pegando sobre las exportaciones, lo que llevó a que éstas cerraran en US$ 5.854 millones y cayeran 22,4% en ese mes.
A la vez, la escasez de divisas y las restricciones que aplica el Gobierno hicieron que las importaciones retrocedieran 12,4%, a US$ 6.865 millones.
La caída de las exportaciones se debió principalmente a las menores ventas de productos primarios (-26,1 %) y manufacturas de origen agropecuario (-28 %).
Dentro de las importaciones, Piezas y Accesorios de capital subió 17,3%. Los Bienes de Capital, Intermedios y de Consumo también incrementaron sus cantidades importadas respecto a un año atrás 10,5%, 8,4% y 1,4%, respectivamente.
Donde se produjo una caída pronunciada fue en las importaciones de autos, que se hundieron 86% y en los combustibles, 32%.
“El déficit de US$ 1.011 millones fue mucho peor que lo que esperaba el consenso del mercado”, señala Elisabeth Bacigalupo, de Abeceb. “El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el Banco Central prácticamente esperaba un equilibrio, con algo más de exportaciones y menos importaciones”.
“Del lado de las importaciones lo que más sorprende es que los precios cayeron pero las cantidades importadas en agosto subieron. Donde más aumentaron significativamente es en Bienes Intermedios. Se ve que el Gobierno está tratando de que los insumos que necesita la actividad económica estén para mantener la producción”, precisa Bacigalupo.
En los primeros ocho meses del año, Argentina acumula un déficit comercial de US$ 6.205 millones, frente a un saldo positivo por US$ 2.197 millones en el mismo lapso de 2022. Se trata del peor resultado para el período desde 2018.
Argentina había registrado el año pasado un superávit comercial de US$ 6.923 millones, lo que supone una caída del 53% con relación al saldo positivo logrado en 2021.
Según el proyecto de Presupuesto 2024 enviado la semana pasada al Congreso, el 2023 cerraría con un déficit comercial de US$ 5.961 millones, con exportaciones por US$ 84.663 millones e importaciones por US$ 90.624 millones.
Las proyecciones oficiales para el año próximo, apalancadas en un aumento de la cosecha que más que aportaría cerca de US$ 34.000 millones, indican que habrá un saldo positivo de US$ 9.372 millones.
“Para 2023 proyectamos exportaciones en torno a US$ 66.000 millones, 25% menores que las de 2022. Este valor contempla las proyecciones de la cosecha elaboradas por la Bolsa de Comercio de Rosario y el ajuste que están sufriendo los precios internacionales”, indica Guido Lorenzo, director de la consultora LCG.
“Por ahora, parece ser una decisión tomada la de no castigar la actividad económica permitiendo liberar importaciones aún en un escenario de limitada disponibilidad de reservas. No obstante, entendemos que este escenario cambiará en los próximos meses”, resaltó Lorenzo.
“La devaluación fiscal de finales de julio, la devaluación real post PASO y la persistencia de los controles podrán un tope a las importaciones. Nuestra proyección las ubica en torno a US$ 69.000 millones para todo el año, aunque en términos de flujos de divisas, supondrán un monto menor”, sostuvo el economista.