En la última semana cambió la tendencia descendente y ya se nota el peso de la versión más contagiosa del Covid. Con el foco en la vacunación de los chicos, se aplican menos segundas dosis a adultos.
Entre la tercera semana de mayo y la primera de octubre los casos registrados de coronavirus bajaron un 97,5 por ciento. Pasaron de 215.403 (un promedio de 30.771 por día) a 5.407 (772 cada 24 horas). Tras casi cinco meses de descenso ininterrumpido, finalizada la semana 21 los contagios registraron un 3 por ciento de aumento.
Esa diferencia por ahora es leve, pero muestra un cambio de tendencia. Y podría ser mayor a medida que transcurran los días y las cifras se consoliden, ya que los casos por fecha de reporte se siguen prorrateando en el calendario ante cada nuevo parte oficial y son los que dibujan la “curva verdadera”.
En la semana número 20 tras el pico de mayo hubo en el acumulado hasta ahora 5.407 casos, lo que representó un 33 por ciento menos que en lo registrado en la semana 19, cuando hubo 8.025 casos. Se trata de los casos en sus fechas reales y no en las informadas, que siempre tienen delay.
La mayor variación a la baja sobre estos volúmenes consolidados se produjo entre el 12 y el 18 de septiembre, la semana de las PASO, cuando la cantidad de contagios se redujo un 34 por ciento con respecto a la semana anterior. A partir de ese momento hubo una desaceleración de la curva descendente.
La noticia del cambio de tendencia se conoce cuando la cobertura de vacunados con segundas dosis es del 54,6 por ciento de la población. La alternancia de la vacunación de adolescentes y chicos con segundas dosis frenó el ímpetu que éstas últimas habían tenido durante los meses de agosto y septiembre.
Una mujer recibe una dosis de AstraZeneca. Foto: Reuters
En lo que va de octubre el promedio de segundas dosis aplicadas ronda las 150 mil, un 40 por ciento menos que las que se dieron durante septiembre. En cambio, ya vacunaron a 1,5 millón de chicos y adolescentes (con y sin factores de riesgo).
La creciente incidencia de la Delta es clave en este presunto cambio de escenario. Es un 60 por ciento más transmisible que la predominante hasta ahora, Gamma (Manaos) y, según el Ministerio de Salud, el 24 por ciento de los nuevos casos en el país ahora corresponden a la variante originalmente surgida en India en diciembre de 2020.
El bioquímico Rodrigo Quiroga ha sumado un dato aún más preocupante: ese porcentaje sería mayor en el AMBA: en torno del 40 por ciento de las muestras. Si se toma la medición nacional, significa un fuerte incremento (casi el triple) con respecto al registro de comienzos de octubre, cuando esa proporción aún estaba por debajo del 9 por ciento.
La Ciudad había anunciado que cuando llegara al 70 por ciento de segundas dosis aplicadas dejaría de exigir el barbijo en la calle. El fin de semana se llegó a ese nivel (69,8 por ciento este domingo por la noche), lo que la confirma como el distrito con mayor proporción de esquemas completos.
Sin embargo, habrá que ver si esa decisión del tapabocas cambia en función del avance de la Delta. Del lado bonaerense de la General Paz no es obligatorio usarlo al aire libre desde el 1° de octubre, aunque al día de hoy allí se haya cubierto con esquemas completos al 57,5 por ciento de la población.
A este ritmo se estima que la Delta podría pasar a ser predominante en cuatro semanas, mientras las provincias reparten su capacidad operativa entre las primeras dosis para menores de 18 años y las segundas para mayores.
Una madre celebra la vacunación de su hija de 5 años en un centro bonaerense. Foto: Reuters
En este momento hay un stock de 26 millones de vacunas sin aplicar en el país: 10 millones en poder de las provincias y 16 millones aún las posee Nación sin haberlas distribuido.
“En CABA los casos probablemente comiencen a aumentar en las próximas semanas. El aumento probablemente sea lento y podría incluso revertirse con suficiente vacunación adolescente y pediátrica en el próximo mes”, dice un tuit reciente de Quiroga. En realidad, la mayor arma contra la Delta son los esquemas completos en función de las prioridades de vulnerabilidad.
Pero la decisión de a quién vacunar en este escenario de incertidumbre parece tener más que ver con la disponibilidad de las vacunas en stock que con las prioridades epidemiológicas. El Gobierno ha decidido avanzar con las vacunas para chicos y adolescentes aunque aún le quede un 20 por ciento de adultos sin segundas dosis. Ahora hay más dosis de Sinopharm y de Pfizer que segundos componentes de Sputnik V o viales de AstraZeneca.
La ministra Carla Vizzotti en las últimas horas consideró normal que baje el ritmo de la vacunación cuando se llega a determinados niveles de cobertura. Aunque la realidad es que si Argentina tuviera hoy todas las vacunas que necesita para completar los esquemas pendientes esa curva no hubiera bajado, ni hubiera tenido que ser apuntalada con la vacunación pediátrica.
Es en ese contexto que se ha decidido avanzar con la inmunización de los chicos -pocos países han comenzado por ahora con los menores de 11 años-, después de una polémica inicial con la Sociedad Argentina de Pediatría. Ocurrió luego de que la ANMAT decidiera recomendar la aprobación para uso de emergencia de la vacuna china antes de que los estudios de fase 3 fueran publicados.