Los precios de los activos argentinos están influenciados por la coyuntura económica, pero la negativa de Cristina Fernández de Kirchner a presentarse en las elecciones puede anticipar subas. En riguroso “off the record”, los operadores de mercado prevén que se sostendrá la presión cambiaria
La definición sorprendió no sólo en la política sino también en el mundo de las finanzas, donde siempre los inversores y operadores tienen un ojo puesto en las pantallas y el otro en las chances electorales de los distintos candidatos, la afirmación de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner concentró la atención. Sin embargo, su negativa respecto a una posible candidatura para 2023 no caló profundo en el mercado, al menos tras las primeras horas de un anuncio que se conoció cuando las operaciones ya habían cesado. “Impacto marginal”, “rebote puntual” y “dinámica propia” fueron algunas de las primeras impresiones de operadores y asesores de inversiones que prefirieron rigurosamente mantenerse anónimos ante la impresión de un escenario todavía imprevisible.
“No está claro que el mercado le crea que no va a ser candidata, aunque hoy la presunción es que, se presente o no, el oficialismo no tiene grandes chances”, aseguró un experimentado operador, que gestionó carteras privadas y también públicas durante los años de kirchnerismo. En este sentido, el broker explicó que los precios ya tienen incorporado un escenario en el que Cristina, y con ella el kirchnerismo duro, tienen mucho más poder que hoy. “Esto no quita que pueda verse algún rebote puntual, tal vez de corto plazo y que la noticia pueda retroalimentar un escenario financiero internacional que comenzó a beneficiar en las últimas semanas a los activos argentinos”, agregó.
Desde los bancos, otro hombre de las finanzas consideró que “a priori, es un mensaje es positivo para el mercado aunque no se le asigne mayor importancia y tampoco credibilidad”. De todos modos, según el banquero, todavía el dato es “muy fresco” y falta ver cómo se termina de procesar con el correr de las horas. “Creo que todavía falta para el trade electoral, en el que vamos a ver subas si se confirma la tendencia de una derrota del oficialismo, vinculado al kirchnerismo duro. Puede que esto lo anticipe pero, aunque haya dicho que no, persisten las dudas sobre que efectivamente no se vaya a presentar”, agregó.
En cualquier caso, otros analistas consideraron que más allá de las “buenas noticias” que puedan llegar desde la política, predominan tensiones coyunturales de la economía que presionan demasiado las variables. En este sentido, opinaron que si bien el divorcio entre la evolución de los activos en dólares y la deuda en pesos, al igual que la presión cambiaria, puede profundizarse en las próximas semanas. “Los drivers son diferentes: el mercado internacional está reaccionando a la expectativa de una menor suba de tasa por parte de la Fed, lo que generó un flujo de fondos hacia emergentes que terminó beneficiando a la Argentina de rebote”, explicó también en off the record un asesor de inversores institucionales que suele seguir muy de cerca las encuestas electorales e, incluso, elaborar las propias.
“En el plano local, las tensiones no se diluyen con el anuncio de Cristina. La presión cambiaria que ayer se sintió claramente es producto de la incertidumbre porque, nuevamente, se advierten posiciones divididas respecto de la política monetaria o, como mínimo, el mensaje no es claro”, sumó.
El administrador de carteras aludía así a los trascendidos respecto de la decisión del ministro de Economía, Sergio Massa, de ralentizar el ritmo de avance del precio del dólar oficial -que paradójicamente en las últimas jornadas alcanzó su nivel máximo de suba, incluso por encima de la inflación- junto con la decisión del Banco Central de frenar e incluso revertir la suba de la tasa de interés. Todo en un contexto en el que la emisión monetaria no cede, producto de la compra de dólares a los exportadores de soja a $230 pero, también, consecuencia de las complicaciones en el mercado de deuda en pesos, en el que tiene que intervenir el BCRA en la compra de títlulos en el mercado secundario para sostener los precios.
“A eso se va a sumar la emisión por el déficit fiscal. Desde esa perspectiva, no aporta tanto la definición de Cristina porque algunos eventos pueden producirse mucho antes de las elecciones”, vaticinó un operador al que muchos consideran “un viejo lobo” de la city porteña.