El resultado primario fue $ 291.000 millones. Sin esa ayuda el déficit habría sido $ 155.525 millones.
Las cuentas públicas registraron en septiembre un superávit primario de $291.000 millones, lo que implicó una reducción del rojo del 274%. La mejora se debió al impacto de los US$ 4.334 millones en derechos especiales de giro (DEG) que recibió la Argentina del FMI y fueron incorporados al Presupuesto.
Después del pago de los intereses de deuda, el resultado financiero fue positivo en $237.251 millones. En cambio, si no se contabilizan los DEG ni el aporte extraordinario de las grandes fortunas, en septiembre hubo un déficit primario de $155.525 millones y un déficit financiero de $209.703 millones.
Por el lado de los ingresos, el sector público nacional recaudó el mes pasado $ 1,1 billones, un aumento interanual del 161% -muy por encima de la inflación del 52,5% en ese período-. El principal rubro fueron los recursos tributarios ligados a la actividad económica (IVA neto de reintegros, créditos y débitos y los derechos de exportación, y Ganancias).
De conjunto, los tributos aportaron casi $670.000 millones, mientras que los ingresos extraordinarios sumaron $427.000 millones por los DEG y casi $ 20.000 millones del aporte Solidario. Estas dos fuentes de recaudación fueron las de mayor crecimiento en el me.
El gasto primario, en tanto, sumó en septiembre $ 873.000 millones y subió 42,5% interanual, un incremento menor al de agosto. Las prestaciones sociales fueron el rubro de menor expansión, con un crecimiento del 25%. Dentro de esa partida, las jubilaciones aumentaron 49% debido a la actualización del 12,4% por la Ley de Movilidad, sin superar la inflación.
A su vez, los salarios se incrementaron un 82%, ya que se aplicó el tercer aumento acordado en las paritarias estatales (5%). No obstante, las erogaciones también se moderaron por la caída del gasto por pandemia, que en septiembre del año pasado alcanzó los $105.000 millones y ahora, sin el IFE ni el ATP, en el mismo mes de este año se redujo a $30.000 millones.
Dentro de los subsidios económicos, los energéticos crecieron un 60%, mostrando una fuerte desaceleración respecto de agosto. “Este crecimiento ´moderado´ del gasto responde a una elevada base de comparación producto de pagos puntuales a CAMMESA en septiembre 2020 y a que aun no había comenzado la política explicita de expansión del gasto tras el resultado adverso en las PASO”, dijo LCG.
El gasto de capital registró una suba de 62% interanual, impulsado principalmente por obras públicas en transporte, educación y vivienda, partidas que crecieron entre 188 y 450% en medio de la discusión dentro del oficialismo por el ritmo de ejecución del gasto, que el ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció que venía demorado.
Con la mejora por ingresos extraordinarios, en los primeros nueves meses del año hubo un déficit primario de $140.075 millones (0,3% del PBI), mientras que el financiero fue de $633.304 millones (1,5% del PBI). El rojo primario sigue así por debajo de la meta del 4% prevista en el Presupuesto para 2021.
“Con este comportamiento, el gasto público primario (sin intereses) cayó un 6,3% real en lo que va del año. Para lograr que el gasto llegue a fin de año en línea con el cierre fiscal puesto en el proyecto de presupuesto para 2022 se requiere un fuerte aumento nominal del gasto en los últimos 3 meses del año”, señaló el director del IARAF, Nadin Argañaraz.