Ocurrió entre 2007 y 2014, pero las chicas lo denunciaron en 2020. Le dieron 20 años de condena. Él tiene 80.
“Nos robó la infancia“. Una de las tres chicas abusadas por su abuelo resumió con crudeza el drama ocurrido cuando eran niñas pero que todavía no cicatriza y dejó secuelas imborrables.
El acusado, hoy de 80 años, fue condenado a 20 años de cárcel en abril. Ahora, la Cámara Penal de Trelew (Chubut) confirmó la sentencia, que había sido apelada.
Los hechos ocurrieron en Trelew entre 2007 y 2014, cuando las víctimas eran menores de edad.
El hombre, que las abusaba bajo amenazas, deberá cumplir la pena hasta los 100 años. Su abogado ya pidió prisión domiciliaria debido a la edad y a algunos problemas de salud que padece. Pero la fiscalía quiere que vaya a un centro de detención.
La Cámara estuvo integrada por los jueces Roberto Barrios, Alejandro Defranco y Raúl Luchelli, que ratificaron la pena impuesta el 23 de abril de 2021.
Durante la audiencia, y en respuesta a la impugnación interpuesta por la defensa, la fiscal general Silvia Pereira concluyó que la pena fue correctamente fijada por el tribunal.
La fiscal Pereyra, clave durante el juicio contra el hombre de 80 años. Foto Diario Jornada
Una de las chicas, hoy mayor, dijo que “sólo se atrevió a denunciar cuando se lo pidieron sus padres” y debió recurrir “a tratamientos terapéuticos, abrir su mente y empezar a hablar”.
Además, según informó el Ministerio Público Fiscal de Chubut, “dijo que deseaba que el imputado pague por lo que hizo, que le generó un daño similar al que conlleva perder un hijo, un dolor que no sana, que nadie cura, en donde solo siente que no corre peligro si el imputado está encerrado, ya que de ese modo no podrá atacarla a ella, a sus hermanas, o a otra mujer”.
La joven refirió que los ataques de pánico que padece “no sanarán, porque tras los ataques físicos siguieron los psicológicos, la manipulación, que la trauma al punto de impedirle salir a la calle por los temores instalados, ya que si fue abusada en su familia, qué puede esperar del afuera”.
También recordó “las amenazas con las que el agresor la manipulaba para que no hablara sobre los abusos, todo lo cual la convirtió en una persona cerrada, recluida, que no cuenta sus problemas, provocando en ocasiones esos ataques de pánico que, como ha explicado, sufre”.
“Expresó que son dos años de juicio los que lleva sufriendo la situación a flor de piel, pero en realidad son diez padeciendo y callando lo ocurrido. Durante ese tiempo tuvo que aprender a vivir con lo sucedido hasta que lo pudo hablar, denunciar, aunque no se recupera pese al tratamiento psicológico que continúa realizando”, indicó el MPF.
La víctima señaló que cuando su hermana se animó a revelar lo sucedido, “nadie le creyó, siendo incluso desacreditada y descalificada, tratada de ‘mentirosa’, de ‘trola’, en medio de manipulaciones del abuelo abusador, que se encargó de separarlas, rompiendo una relación en la que eran muy unidas, para provocar así un nuevo daño a su infancia, algo que recién pudieron entender cuando crecieron”.
Qué dijo la fiscal
La fiscal Pereyra dijo que “las pruebas fueron muy contundentes, herramientas que para el tribunal fueron determinantes para declarar la culpabilidad por unanimidad del tribunal”.
Sostuvo además que “este señor venía cumpliendo prisión domiciliaria y que el Ministerio Público Fiscal pidió que, con un veredicto de culpabilidad que quede efectivo, fuera alojado en un centro de detención. El tribunal también en forma unánime determinó que deberá ser trasladado y cumplir allí su condena”.
La defensa apeló y pidió que vuelva a su casa, lo que deberá ser definido próximamente.
“Si bien tiene una cardiopatía de base que quedó acreditada en el debate, los médicos llegaron a la conclusión de que en un establecimiento de corte carcelario puede estar porque el tratamiento al que está sometido es farmacológico”, aseguró la fiscal.