A Deborah Ríos (36) le quisieron robar y se defendió con gas pimienta. Le dieron 31 puñaladas.
“Cero peso… ya van a esperar de mí“. La advertencia de Enzo Aylan (24) en Facebook fue premonitoria. Alertada, su hermana Patricia intentó disuadirlo.
-“Portate bien hermano, no hagas cagada por favor. Andá a descansar”.
-“¿Descansar? Ni salí en toda la semana. No pasa nada”.
-“Bueno, portate bien”.
-“Sabés que no me voy a portar bien si no tengo plata. Yo pido a mi familia antes de ir a robar, pero si no me dan, otra no queda”.
-“Vos sabés que si yo tengo te presto y lo sabés bien, pero bueno, ahora en estos momentos no tengo, así que si no querés que me enoje no hagas cosas que no tenés que hacer”.
El posteo en Facebook de uno de los acusados de matar a la playera de YPF Deborah Ríos, en Moreno, y la respuesta de su hermana.
Apenas unas horas después de este diálogo, alrededor de las 4 de la madrugada de hoy, Deborah Ríos (36) salió caminando de su casa, en Cuartel V (Moreno), rumbo a su trabajo, la estación de servicio ACA Acceso Norte I, de Panamericana y Debenedetti, en Martínez, adonde se desempeñaba como playera desde hacía más de cinco años.
Con el esfuerzo del trabajo de toda su vida, había logrado comprarse un terreno y tenía su modesta casa, que compartía con su hijo de 13 años y su mamá. Ella era el sostén de familia. Se había mudado desde el barrio porteño de San Cristóbal en noviembre de 2019.
Deborah Ríos (36), la playera asesinada en Cuartel V (Moreno).
Cada madrugada, Deborah caminaba hasta la parada de colectivos que la llevaba a su trabajo, adonde entraba las 6. “Nos contaba que era muy oscuro” el recorrido, una zona descampada con pocas construcciones, relató Daniel, uno de sus compañeros. Ella solía llevar consigo un aerosol de gas pimienta.
Enzo Aylan (24) , acusado de matar a la playera de YPF Deborah Ríos en Moreno.
Cuando la abordaron este lunes, en la esquina de San Fernando y Malabia, la mujer supo que le robarían. Eran tres: uno de ellos, Enzo Aylan, el mismo del aviso en Facebook, que vive a pocos metros, en diagonal. Una vecina fue testigo de los gritos.
“Entregá todo que te va a lastimar“, le advirtió uno de los delincuentes.
“¡No me hagas nada, tengo un hijo!“, suplicó Deborah.
La víctima se defendió, pero la apuñalaron con un destornillador y un cuchillo: recibió 31 heridas en el estómago y en los brazos. Su hermano, que vive cerca, tuvo la desgraciada tarea de ir a reconocerla. Llevaba puesta la ropa de YPF. A su lado quedaron el spray y una botella de cerveza.
Horas más tarde cayeron dos sospechosos. En la casa de Aylan -padre de un nene de dos años- secuestraron un par de zapatillas, lavadas recientemente. Creen que lo hizo para borrar las manchas de sangre.
Deborah Ríos (36), la playera asesinada en Cuartel V (Moreno).
La Policía, además, encontró un pantalón de jean con rastros hemáticos entre unos matorrales.
Aylan y Alexis Iván Matcovich (20) cayeron en operativos realizados por agentes de la comisaría 4ta. y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno.
La fiscal Carina Saucedo, titular de la UFI N° 2 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, los acusa de “homicidio agravado criminis causa en concurso real con robo agravado“, un delito que estipula una pena de prisión perpetua.
Los roles de los tres implicados en el homicidio no están definidos todavía, pero a todos se los considera en la “coautoría funcional“. A Ríos le robaron el celular y la mochila que siempre llevaba a su trabajo.
“Ella solamente trabajaba. Le arrebataron todo, su futuro”, se lamentó Daniel. Otra playera, Claudia, la calificó como “re buena compañera, excelente persona” y cerró entre llantos: “Ayer (domingo) estuvo con nosotros, comimos todos juntos y hoy nos encontramos con esta noticia”.
El lugar, semidescampado, donde atacaron y asesinaron a la playera de YPF en Moreno.
Tamara Segovia (32), una amiga, le dijo a Clarín: “Ella se hizo sola, siempre la luchó sola porque su mama no estaba bien psicológicamente. Siempre trabajó y duró mucho tiempo en todos los trabajos porque era una mujer súper responsable y sabía lo que era la cultura del trabajo, más cuando nació su hijo”.
“Ella siempre se propuso darle a su hijo todo lo que ella nunca tuvo, su sueño siempre fue tener una casa y lo logró. Hace un mes hicimos una videollamada y me mostró su casa. Estaba contenta porque pudo terminar su baño ¿entendés? Un baño propio, sus necesidades básicas, eso cumplió para ella y su hijo”, añadió.
Antes de la estación de servicio, Deborah había trabajado con Tamara en Brioche Dorée, la cadena francesa de comida rápida, en Avenida de Mayo y Florida. “Ella era una buena persona, se le veía en los ojos. Su corazón era noble, pero no lo digo porque era mi amiga, no tenía maldad, con nadie, no tenía rencor por su vida. Es más, siempre fue muy agradecida, por eso tantas personas la querían”.
En el barrio ya estaban de luto desde el lunes 1° de junio, cuando mataron a Gabriel Icardi Barrios (18) de un escopetazo en la cara. Fue en la misma esquina, en San Fernando y Malabia, y el agresor, un compañero de trabajo, está prófugo.
De la pelea participaron futbolistas y espectadores del partido. Hay cuatro detenidos.
El padre de un futbolista que participaba de un torneo de la localidad bonaerense de Tortuguitas fue asesinado a golpes y patadas durante una pelea que se originó tras una jugada durante uno de los partidos.
El episodio ocurrió el domingo en un predio de canchas de futbol de alquiler ubicado en la calle José Hernández al 3400, en la mencionada localidad perteneciente al partido de Malvinas Argentinas. Por el crimen fueron detenidos cuatro sospechosos, entre ellos una mujer que también se hallaba como espectadora y, según se cree, participó de la pelea.
Según las fuentes, el personal de Grupo Táctico Operativo (GTO) de la comisaría 4ta. de Tortuguitas, conjuntamente con personal del Comando de Patrullas de Malvinas Argentinas, llegaron al predio “La Tortuga” alertados por una llamada al teléfono de emergencias 911. Al arribar al complejo, donde se desarrollaba un torneo organizado por el dueño del complejo, hallaron a una persona sin signos vitales.
El complejo “La Tortuga”, donde fue asesinado a golpes Juan Mateo Noriega.
Los incidentes se registraron tras una jugada en el partido que disputaban “La Serrano” y “Deportivo Nogués” que derivó en una pelea entre los futbolistas, a la que se sumaron espectadores.
Aparentemente, en medio de esa pelea, el padre de uno de los futbolistas, identificado por la policía como Juan Mateo Noriega (63), fue atacado a golpes y quedó desvanecido en medio de la cancha.
De acuerdo al relato del entrenador de “La Serrano”, el partido se jugaba “normalmente” hasta los últimos “dos o tres minutos”. Entonces comenzaron los incidentes: “Ellos estaban un poco ofuscados porque estaban perdiendo y en una disputa de una pelota en un lateral empezaron los forcejeos y después los golpes de puño”.
La víctima intervino para defender a su hijo. Pero los agresores empezaron a golpearlo “por todos lados” y, una vez caído al piso, “le pegaron un par de patadas en la cabeza”.
“Nosotros lo estábamos reanimando y nos seguían agrediendo. No los podíamos detener”, dijo Marcelo, el entrenador de “La Serrano”, que también es enfermero.
Tres de las cuatro personas que fueron detenidas por el ataque.
La víctima empezó a convulsionar. El entrenador y otra persona le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). “Llegó un momento que no tenía pulso y no pudimos hacer nada”, lamentó Marcelo. “El hombre se murió en mis brazos, no pude hacer nada”.
Según los testigos, la ambulancia tardó más de veinte minutos en llegar al complejo de canchas.
En base a los testimonios y las tareas investigativas de campo, los policías detuvieron a cuatro sospechosos, dos hombres y una mujer identificados como Carlos Ezequiel Romero (29), Sebastián Osmar Soria (35), Lucas Nahuel Lopez (21) y Mónica Celina Romero (33).
Los sospechosos quedaron a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 18 de Malvinas Argentinas, a cargo de Carlos Hermello, quien los indagará en las próximas horas acusados del delito de “homicidio en riña”.
Fuentes de la comuna de Malvinas Argentinas aseguraron que el predio donde se desarrollaba el torneo quedó clausurado, mientras se analizan las habilitaciones y las medidas de seguridad para el desarrollo de la actividad.
La Policía Bonaerense la halló en Rafael Castillo, sana y salva
Morena Gastañaga, la adolescente de 13 años que había desaparecido hacía dos días en la ciudad de La Plata, fue encontrada sana y salva este jueves. La Policía Bonaerense la halló en la localidad de Rafael Castillo, en La Matanza.
Según informaron fuentes policiales a Infobae, la chica estaba acompañada por Brian C., un joven de 19 años. Tras ser localizada, fue trasladada a la dependencia en San Justo de la DDI de La Matanza, que trabajó en colaboración con la DDI de La Plata. Su familia fue notificada y se dirigió de inmediato a ese lugar.
Morena fue trasladada a la DDI de La Matanza, en la localidad de San Justo
Los voceros agregaron que los investigadores llegaron a dar con el paradero de la menor por medio del rastreo de los movimientos de una tarjeta SUBE, que a su vez coincidían con los desplazamientos del joven que estaba junto a ella. De acuerdo a las fuentes, Brian C. había sido identificado por una amiga de Morena que sabía que ambos se conocían previamente.
Por el caso se inició una investigación con intervención de la fiscal Virginia Bravo, a cargo de la Unidad Fiscal Nº 7 de La Plata. El joven de 19 años quedó detenido y mañana será indagado, sospechado por el delito de sustracción de menores. Por su parte, la chica será sometida a una revisación médica.
Brian C. quedó detenido y mañana será indagado por la fiscal del caso
La adolescente había desaparecido durante la tarde el martes pasado. Desde entonces no volvió a su domicilio, ubicado en las calles 136 y 511 de la localidad de Hernández, y su familia no sabía más de ella.
Su madre, Mariana Portal, contó que se había comunicado con ella a través de WhatsApp a las 13:15 del martes. Morena se conectó a dicha aplicación por última vez a las 15:15 de ese mismo día. Cuando la mujer volvió a su casa cerca de las 16, su hija ya no estaba.
Una de las pistas que siguieron los investigadores fue el recorrido que la joven hizo con su tarjeta SUBE, que indica que se activó a las 15:15 en la estación de Gonnet del tren Roca, a las 16:44 en Plaza Constitución y a las 23:17 en la línea de colectivos 174, más precisamente en el interno 614.
En medio de la búsqueda, dos remiseros de La Plata se habían contactado con la familia de la menor y aseguraron haberla visto. “Hay dos choferes que se comunicaron con nosotros y la Policía al ver la foto, y nos dijeron que andaba junto a otra chica, aparentemente de su misma edad”, contó Melina, tía de Morena.
Los dos mencionaron recorridos en distintos horarios. “Uno de los hombres que dijo verla trabaja en una remisería de la zona cerca de 137 y 523. Él sostiene que las llevó y se bajaron en la esquina de 28 y 485”, explicó la mujer. “En el caso del otro remisero, dice estar seguro de que llevó a Morena, y otra joven, hasta la zona de 35 y 137”, detalló la tía de la adolescente.
La chica se encontraba junto a un joven que será investigado por el delito de sustracción de menor
También surge de la denuncia que Morena se habría llevado unos 1.500 pesos, producto de sus ahorros, al salir de su casa, pero dejó el cargador del celular y sus auriculares. Según manifestaron familiares y vecinos, la desaparición de Morena causó sorpresa, ya que dicen que mantiene una buena relación con su madre.
En la búsqueda trabajaron en conjunto la DDI La Plata, la DDI Matanza y efectivos del Comando Patrullas de Rafael Castillo y La Plata, además de la Policía Departamental de Seguridad platense. También colaboró la Policía de la Ciudad por medio del relevamiento de cámaras de seguridad.
Claudio Tinari tiene 44 años y también fue denunciado por otra chica, a quien le ofreció plata para tener sexo con otras personas. Lo acusan, además, de tener “secuestrados” a los empleados.
Una empleada de su restaurante lo denunció por abuso sexual y fue la llave para descifrar el perfil violento de un personaje que para el afuera daba una imagen de amiguero y extrovertido, especialmente en el ambiente del rugby (deporte que practica y donde es muy conocido), pero puertas adentro era un “monstruo”.
Ese primer testimonio derrumbó todo lo que supuestamente era Claudio Alberto Tinari (44), un empresario de Morón que para esta temporada de verano había obtenido la concesión del parador del balneario Botavara Club de Mar, en avenida costanera y calle Poseidón, Pinamar.
La mujer, de unos 30 años, se presentó en la Comisaría de la Mujer de esa ciudad el 6 de enero. Allí dio todos los detalles de lo que había sufrido el 22 de diciembre, apenas unos días después de haber llegado a la costa para sumarse al resto de los empleados que Tinari había contratado para la temporada. Unas diez personas, aproximadamente.
La detención Tinari en la misma casa que alquila para sus empleados.
Primero fueron alojados en un hotel y luego todos pasaron a una casa que Tinari había alquilado durante enero y febrero. El ataque a la mujer se dio, según su relato, en una de las habitaciones del Hotel Trinidad, en Del Cangrejo al 1300. Tras la denuncia, un chequeo médico constató “lesiones compatibles con un abuso sexual con acceso carnal”.
Inmediatamente el fiscal Juan Pablo Calderón, a cargo de la UFI 4 de Pinamar, solicitó tres allanamientos y pidió la detención del acusado, que se concretó este lunes. Los agentes fueron al balneario, a la casa que Tinari había alquilado para sus empleados (en Enrique Shaw al 3000, donde lo detuvieron) y a la que se había alquilado para él y su pareja. Participaron de los operativos personal de la Comisaria de la Mujer de Pinamar y del Servicio Externo de Ostende y Pinamar.
Este martes, Tinari se negó declarar ante el fiscal Calderón en la causa por “abuso sexual con acceso carnal”, pero el escenario que afronta es más complejo. Luego de la denuncia de la mujer abusada, otros empleados del empresario se animaron y contaron la secuencia de maltratos a los que eran sometidos.
“Los audios y los mensajes de texto que aportaron a la causa son aberrantes, tremendos. Insultos y amenazas de todo tipo”, le confiaron a Clarín fuentes con acceso a la causa que se abrió en otro carril diferente a la del ataque sexual.
Los jóvenes contratados relataron una situación de “secuestro” y “encierro” por parte de Tinari, que los tenía retenidos en esa casa y los amenazaba todo el tiempo. “Si los dejo salir se van de joda, salen de noche, y acá vinieron a laburar”, decía uno de los mensajes de voz aportados por uno de los mozos, además de insultos de todo tipo en cada contacto que hacían con el empresario.
Esa acusación se suma a otra, gravísima. Otra de sus empleadas contó que Tinari le ofreció dinero a cambio de tener sexo con clientes del balneario. “Les sugería que podían irse con conocidos de él a pasar el día a Cariló, para estar con ellos”, detalló un vocero de la causa.
Tinari también es conocido en el ambiente del rugby.
Por esa suma de acusaciones, Tinari también enfrenta ahora una investigación impulsada por el fiscal de Madariaga Walter Mercuri, quien caratuló al expediente como “tentativa de explotación del ejercicio económico de la prostitución y trata laboral”. Una causa que de avanzar pasaría al fuero federal, por el tipo de delito. Tras dos allanamientos ordenados por Mercuri se incautó dos computadoras personales, un celular y varias hojas de un cuadernillo con registros y constancias de puño y letra de la situación laboral de empleados, además de documentación de interés para la causa.
Testigos declararon que el imputado también tenía una relación violenta con su pareja, a quien amenazó varias veces de echarla del balneario, y era habitual verlo drogado o alcoholizado.
No termina allí el prontuario de Tinari. Cuando los investigadores fueron a buscar sus antecedentes encontraron que tiene una pena de 8 años de prisión en suspenso por el delito de “exhibiciones obscenas agravadas y daño” en la justicia de Morón: Tinari fue descubierto mostrando sus genitales en la puerta de un jardín de infantes.