Estudios científicos alertan sobre su relación con trastornos psiquiátricos.
Pregunta: Mi yerno tiene 33 años y hace muchos años fuma marihuana, según él para relajarse. El problema es que trabaja en mi empresa y llega tarde y es como si viviera en una nube. Me preocupa que últimamente está muy desconfiado, celoso y dice que hay gente que lo quiere perjudicar. Gracias. R.R., Rosario.
El hecho de que en muchos países se ha legalizado o despenalizado la marihuana hace necesario precisar algunos riesgos que conlleva su consumo. Como ejemplo, un artículo en la revista científica The Lancet Psychiatry (marzo 2019) confirma la evidencia ya conocida del efecto nocivo de esta sustancia sobre la salud mental.
Este estudio se realizó en poblaciones de distintas ciudades europeas y de Brasil, y comprobó que quienes la consumieron a diario tuvieron tres veces más riesgo de sufrir un trastorno psicótico respecto de aquellos que nunca la habían consumido.
Incluso, el riesgo se incrementaba más aún si se usaba marihuana con una concentración de THC (tetrahidrocanabidol) mayor al 10 %.
La legalización permite ver a fumadores en los parques en Toronto, Canadá. / EFE
En otras palabras, resultó muy importante el tipo de marihuana que circulaba o se consumía según las distintas ciudades evaluadas.
Se estimó, como ejemplo, que si la marihuana de alta potencia no estuviera disponible, la incidencia de psicosis en Amsterdam bajaría de 38 a 19 casos por cada 100.000 habitantes al año, o en Londres habría un descenso de 46 a 32 casos por 100.000 habitantes al año. Es decir, importa la geografía y el tipo de droga que se consume.
Esta investigación se suma a otras que vinculan el consumo de marihuana con un mayor riesgo de sufrir trastornos psiquiátricos (esquizofrenia, depresión, ansiedad, pánico) dependiendo de la cantidad que se consume, la edad de consumo inicial y la vulnerabilidad genética de la persona.
Este último punto resulta de importancia ya que en general nadie conoce su constitución genética a priori.
Solo como mención de algunos datos recientes, se ha descubierto que las personas que consumen marihuana y poseen una variante específica del gen AKT1 (que codifica una enzima que afecta las señales de dopamina en el estriado) tienen un riesgo mayor de sufrir psicosis de igual manera que aquellos que tienen también una variante específica del gen COMT.
La plantación de marihuana encontrada en una casa del barrio de Flores. Foto Policía de la Ciudad.
El THC antes mencionado altera el funcionamiento del hipocampo y la corteza orbitofrontal que son regiones del cerebro que permiten que una persona genere recuerdos nuevos y focalice su atención.
Qué efectos provoca
Por lo tanto, el consumo de marihuana disminuye la capacidad de pensar e interfiere con la capacidad de aprender y realizar tareas complicadas.
A su vez altera el funcionamiento del cerebelo y los ganglios basales, regiones que regulan el equilibrio, la postura, la coordinación y el tiempo de reacción, razón por la cual quien ha consumido marihuana no está en condiciones de conducir un vehículo de forma segura.
El THC estimula las neuronas del sistema de recompensa del cerebro y libera dopamina en cantidades mayores de las que se observan en respuesta a estímulos gratificantes naturales. La oleada de dopamina le impone al cerebro a repetir la conducta gratificante, lo que contribuye a las propiedades adictivas de la marihuana.
Por último, un tema polémico y en investigación es el uso terapéutico de la marihuana y que merece ser tratado en forma más extensa.
Mientras tanto, es importante no consumir distintos aceites o preparados de canabis que se venden en las redes o por vías informales ya que es muy difícil conocer su contenido y pueden ocasionar efectos nocivos sobre la salud.
