Se trata de 3 unidades de carácter social que fueron seleccionadas entre 2.500 proyectos llegando a la instancia final por un premio de arquitectura verde. Demandaron una inversión de casi $ 6.500.000
A fin de mes se sabrá si el proyecto de investigación y desarrollo que impulsó la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Viviendas (SECOTyV) que depende del Ministerio de Infraestructura Servicios Públicos Tierra y Vivienda (MISPTyV) de la provincia de Jujuy, que consiste en la edificación de tres prototipos de unidades sociales eficientes, obtiene el premio internacional de Latinoamérica Verde, el evento de sostenibilidad más grande de la región, con sede en Quito, Ecuador.
Se trata de 3 “viviendas sustentables” que participan en la categoría de Energías Limpias (la votación online sigue abierta en el sitio del organismo organizador). Además del proyecto jujeño, que demandó una inversión cercana a los $ 6,5 millones, participan otros 11 emprendimientos de la Argentina, seleccionados entre 2.500 participantes de más de 25 países.
La SECOTyV que tiene a cargo al arquitecto Humberto García es la realizadora del proyecto con un equipo formado por arquitectos y técnicos que dirige la arquitecta Irma Padilla. Apoyaron este emprendimiento el gobernador jujeño, Gerardo Morales, y el ministro Carlos Stanic, a cargo del ministerio de Infraestructura.
Las nuevas viviendas sociales fueron emplazadas en La Quiaca, San Pedro y San Salvador. Son prototipos con diseño bioclimático, que se adaptan a cada región de esta provincia del noroeste argentino. “Pascana” es el proyecto de la Puna, “Lapacho” en Valle y “Perla” en Las Yungas.
Padilla detalló a Infobae que se diseñaron y construyeron “teniendo en cuenta todos los conceptos de la arquitectura sostenible bioclimática, medidas pasivas y activas de eficiencia energética, materiales ecológicos y energías renovables”. Por esa razón, agregó, “son más eficientes que otras, porque cuentan con aislaciones en todas sus envolventes según cálculos de tramitación térmica de los materiales usados para cada zona, carpinterías de Doble Vidriado Hermético (DVH), climatización por pozo intercambiador de calor, (energía geotérmica) para climatización en invierno y verano, con muro Trombe (combina vidrio y un material oscuro que absorbe el calor para conducirlo lentamente hacia la casa)”. Además, en las obras participaron las cooperativas de trabajo Fuerza Mayor, Futuro y La Colina, todas de Jujuy.
En zona de Puna el mejor material a usar es el adobe, por sus propiedades térmicas y de masa, en Yungas y Valle se construyeron en bloques de plástico triturado PET, con aislaciones de lana de vidrio y placas de yeso, como el cielorraso, debajo del contrapiso con plástico de 300 micrones y telgopor para darle termicidad. Tienen 40 metros cuadrados y son de un dormitorio.
Las viviendas están dirigidas a familias vulnerables inscriptas en los programas de la SECOTyV. En este caso, al ser un proyecto de investigación y desarrollo, se seleccionó a los beneficiarios por medio de un estudio social del sector de Hábitat de la secretaría, con la condición de poder acceder a la vivienda durante 5 años, y realizar auditorías mensuales. El costo es una cuota social determinada por el área de Regularización dominial.
García comentó a Infobae lo siguiente: “hay que destacar la labor de todas las áreas de la Secretaría, Legales, Contable, Hábitat, Regularización Dominial que gracias a los fondos recaudados por el Programa Mi Lote en Regla se completó el 80% del financiamiento y el 20% correspondió a la embajada de Alemania que vio el impacto que nuestro proyecto tenía, cumplimos con ellos y gracias a eso somos bien vistos a nivel internacional. Francia, también nos está acompañando en este camino”.
“Las viviendas se hicieron gracias a los fondos recaudados por el Programa Mi Lote en Regla (80% del financiamiento) y el 20% correspondió a la embajada de Alemania. Francia, también nos está acompañando ahora” (García)
Los tiempos de obra fueron de 4 meses, que se extendieron con la pandemia y retrasos en certificados de avance de obra. Es posible desarrollar el proyecto en cualquier parte, teniendo en cuenta las gestiones, más que el diseño, porque cada región debe diseñarse de diferentes maneras, al igual que cada orientación N-S-E-O.
Valor constructivo y disminución de gastos por recursos
Cada unidad costó unos $ 2.150.000 en promedio. Por el tipo de edificación eficiente, estas viviendas sociales cuestan un 20% más que otras más tradicionales. A su vez, las medidas de eficiencia y energía renovable hacen luego que gaste menos recursos: la inversión inicial se amortiza en 4 años con el ahorro en los servicios.
“Está analizado que cuentan con ahorros de 75% en gas, 35% en electricidad -sin sistema fotovoltaico por el momento- y 40% en agua. El Estado se favorece por la disminución del consumo de energía y podría dejar de importar tanto gas, por ejemplo. El sol y la lluvia son gratis, ¿por que desperdiciarlos? Es clave disminuir la pobreza energética en nuestra provincia; muchos barrios no cuentan con gas natural y a menudo las garrafas las compran y llevan niños en bicicleta o en motos, con el peligro que esto implica”, dijo García.
Cuando inauguraron las viviendas de San Salvador de Jujuy, recién en marzo pudieron solucionar la falla del termo-tanque solar, que hacía que la familia de 6 personas consumiera 3 garrafas y media para cocinar y bañarse. Desde marzo solo consumen 1 garrafa. El mayor consumo de gas se lo lleva el agua caliente sanitaria.
Instrucciones de uso
“Del muro Trombe deben abrirse las ventanas los días de sol en invierno y cerrarse en la tarde, para mantener el calor cuyo ingreso por convección de aire ayuda a calentar la casa”, contó Padilla.
Los prototipos ya están culminados, la segunda etapa es la de medición durante 12 meses, para examinar su rendimiento. La idea es propagar la construcción hacia toda la provincia y el país, aunque paralelamente piensan diseñar proyectos más ambiciosos.
Padilla cursó arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba, se especializó desde 2008 en Desarrollos Sustentables con una Maestría en La Plata y tiene postgrados en la Universidad de Barcelona sobre “Certificación de edificaciones LEED”, además de estudios vinculados con la construcción y la vivienda eficiente.
“Como arquitecta pienso que ya es inaudito construir sin tener en cuenta el lugar, el clima, los datos de confort interior, cálculos de tramitación térmica de los materiales. Debe ser una exigencia desde los municipios, como lo es el cálculo estructural, al mismo nivel de importancia, por el ambiente, por nuestro planeta. Trabajar sobre las edificaciones bajaría los consumos energéticos. Vivimos más del 80% de nuestra vida dentro de edificaciones: la casa, la escuela, el trabajo los clubes, los edificios públicos. Por ende, disminuiríamos los gases Efecto Invernadero a la atmosfera”, destacó la profesional.
Debemos trabajar por nuestro planeta, sobre las edificaciones para bajar los consumos energéticos. Vivimos más del 80% de nuestra vida dentro de edificaciones, hay que disminuir los gases Efecto Invernadero a la atmosfera (Padilla)
Las edificaciones consumen el 35% de la energía disponible y se estima que en 2050 las ciudades van a duplicarse. “Es decir, vamos a consumir el doble y vamos a contaminar en la misma proporción. Es hoy: hay que trabajar de manera urgente en las edificaciones, las nuevas y las construidas, generando programas de Diseños Sostenibles, auditorías energéticas, propuestas de mejoras, y control, ese es mi sueño y en ese horizonte quiero caminar”, concluyó Padilla.