Andrés Chambouleyron, extitular del ente regulador, dice que el Estado perdió poder de fuego para castigar las faltas de la firma eléctrica.
“El Gobierno no le va a poder hacer una demanda a Edesur, porque es parte de la empresa. Lo que estamos viendo muestra un grave error conceptual”, dice Andrés Chambouleyron, expresidente del ente regulador de electricidad (ENRE), elegido por concurso de antecedentes, en referencia a la intervención en la distribuidora eléctrica.
“Tiene que haber un solo responsable, al que se pueda multar y penalizar si comete errores. Si (el Estado) se mete, ya es co-rresponsable de lo que haga la empresa”, critica.
“La red de Edesur es subterránea, a diferencia de la de Edenor, que es aérea. (Edesur) tiene las zonas más pobres del Conurbano, pasa por muchos barrios de emergencia y padece robo de electricidad, pérdidas no técnicas, lo que usualmente se les dice ‘colgados’”, detalla Chambouleyron.
El especialista, que fue titular del ENRE hasta diciembre de 2019 y que volvió al sector privado, dio su mirada sobre la situación de la empresa, los cortes y la posición del Estado.
-¿Por qué hay tantos cortes de luz?
-A partir de diciembre de 2019, con la aprobación de la ley de Emergencia por parte del Gobierno, se suspende el marco regulatorio y los contratos de concesión. Es decir, se suspenden las reglas. Se inicia nuevamente un período de discrecionalidad absoluta, donde el Gobierno decide qué tarifa le va a aplicar a las compañías, independientemente de las reglas.
-¿El Estado es tan responsable de la situación como las empresas?
-Hay una ley que norma la relación entre el regulador y la concesionaria. Y la única forma de tener previsibilidad en inversiones es teniendo reglas que se cumplan en el tiempo. El Gobierno violó eso con la aprobación de la Ley de Emergencia. Hoy es una especie de “viva la pepa”, nadie cumple nada. La empresa debe decir “a mí me exigen que cumplan con los estándares de calidad establecidos por la regulación, pero no me dan las tarifas para hacerlo”.
-¿Habrá mejoras tras la intervención?
-El verano que viene será peor que este. El sistema eléctrico tiene cuatro engranajes. Tienen que girar todos a la misma velocidad. Si uno no gira a la misma velocidad, ese engranaje se detiene y se rompe. Y esos engranajes son las tarifas, las inversiones, la calidad del servicio y las multas.
-¿Si falla una, fallan todas?
-Las cuatro variables tienen que estar bien calculadas, consistentes, coherentes entre sí. No se puede alterar una, sin modificar las demás, porque el mecanismo deja de funcionar. Cuando hicimos la única RTI (revisión tarifaria integral, que dispone el marco de concesión) de la historia, se establecía que tendría que haber habido otra en 2022. Cuando llega el nuevo gobierno, en diciembre de 2019, congela las tarifas. Y, al congelar las tarifas, también congela las multas. El indexador que ajusta tarifas indexa las multas.
-¿Se le puede rescindir la concesión a Edesur por los cortes que experimentó?
-Todo eso está establecido en el contrato de concesión, que no se cumple. Todas las contingencias que se podían presentar están en el contrato de concesión. Si se llega a un nivel de multas que -por volumen- alcanza el 20% de la facturación, podría ser un causal de rescisión. Pero congeladas las tarifas, también están congeladas las multas y eso se distorsiona.
-¿Edesur está invirtiendo lo que establece la concesión?
-Las compañías no invierten, porque la inversión es cara. Dejan que la calidad del servicio se degrade y pagan las multas. Es más barato pagar multas que invertir. El mecanismo está destruido y no se arreglan solo aumentando las tarifas. Como la situación macro va a seguir deteriorándose, el horizonte para las compañías para recuperar la inversión es imprevisible. No encuentro quién esté dispuesto a hundir capital en un caño subterráneo cuando no se sabe lo que va a pasar en los próximos 4 meses.
-¿Cuándo cree que cambiará esta situación?
-Nadie recupera una inversión a 20 años si no sabe lo que va a pasar en 5 meses. La calidad va a seguir deteriorándose. Y al próximo Gobierno le tocará hacerse cargo de este desastre, como nos tocó a nosotros (en la gestión de Cambiemos) tras 13-14 años de degradación.
