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Julián Álvarez, tocado por la varita mágica: gol al minuto a Courtois, para hacer lo que no pudo Haaland en dos partidos

El delantero argentino ingresó por el noruego sobre el final y puso el 4-0 definitivo con el que el Manchester City le ganó al Real Madrid y se metió en la final de la Champions.

Julián Álvarez puso el 4-0 definitivo con que el Manchester City goleó al Real Madrid y se aseguró su lugar en la final de la Champions League, donde jugará ante el Inter de Milán. El cordobés puede conseguir un hito en la historia del fútbol argentino, porque nunca un futbolista albiceleste consiguió los dos títulos más grandes de Selecciones (Copa América Mundial) y los dos de clubes (Copa Libertadores Champions League). El delantero entró por primera vez en la serie en reemplazo de Erling Haaland cuando faltaba un minuto para el final del partido, y le alcanzó para anotarse en el tanteador, algo que el noruego no pudo lograr en los dos choques ante los españoles.

Erling tuvo la pólvora mojada en la ida, cuando fue bien marcado por el alemán Antonio Rüdiger, y lo mismo le pasó en la vuelta, en la que tuvo tres chances clarísimas pero en este caso fue Thibaut Courtois quien le impidió gritar su gol y agigantar su racha en la red. La tremenda actuación del arquero belga no significó nada para Julián, que ingresó y en la primera pelota que tocó aprovechó un pase magistral de Phil Foden, para definir junto a un palo y poner la cifra definitiva en el marcador.

A pesar de la goleada en contra, Courtois fue una de las figuras de la cancha, con varias salvadas prodigiosas que mantuvieron cerca en el resultado a los españoles. El ex Atlético de Madrid fue fundamental en la corona de 2022 para los dirigidos por Ancelotti y en Manchester parecía ser el único argumento para soñar con una remontada que parecía imposible a la vista de la diferencia entre ambos equipos.

En los primeros minutos del primer tiempo, Courtois se hizo gigante ante un cabezazo a quemarropa de Haaland, desde dentro del área chica. Un ratito después, voló sobre su derecha para sacar con un cachetazo otro cabezazo del delantero que lo encontraba a contrapierna. Y ya en la segunda mitad, con el resultado parcial en 2-0, sacó con las piernas un mano a mano del pobre Erling, que insultó en todos los idiomas posibles al ver que, otra vez, no era su noche.

Pero fue la noche de Julián, queda claro. El campeón del mundo en Qatar tocó solo tres veces la pelota en ese suspiro de segundos que le tocó jugar. Guardiola no había hecho cambios en el primer partido y avisó que podía hacerlos en este segundo partido. Se hizo desear. Pero finalmente apareció el Araña, tocado por la varita mágica.

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