“La Justicia es muy cruel con los pobres”, dice María Josefa Saucedo luego de haber esperado más de dos mil días para que juzguen al asesino de su hija
Mariano Rubén Fernández (31) está imputado de haber asesinado de un disparo en la nuca a su pareja Alicia Beatriz Soledad Vallejos (23) en 2016, en la casa donde convivían en el barrio Don Orione del partido de Florencio Varela. Casi 2.000 días después del femicidio, este miércoles se sentará en el banquillo de los acusados para enfrentar un juicio donde podría recibir prisión perpetua.
“Hace cinco años, dos meses y 25 días que estamos esperando una condena. La Justicia es muy cruel con los pobres”, le dijo a Infobae María Josefa Saucedo (62), mamá de la víctima, a horas del comienzo del debate donde el imputado pidió que lo tapen con un biombo.
El juicio contra Fernández comenzará este miércoles, a las 10, en el Tribunal Oral en lo Criminal N°5 de Quilmes. El imputado llega al debate detenido y con prisión preventiva: está acusado por el delito de “homicidio agravado por mantener una relación de pareja con la víctima, por mediar violencia de género y por la utilización de un arma de fuego”.
Una curiosidad tendrá este juicio donde Fernández estará en el banquillo de los acusados, aunque decir eso sea una formalidad: es que, por temor a sufrir represalias en la cárcel si su imagen sale filmada durante el juicio, el imputado solicitó permanecer escondido detrás de un biombo. Eso sí, a Facebook ha subido selfies desde la celda en el penal de Florencio Varela.
Sin embargo, no es el primer pedido que se le concede al imputado. En 2020, su defensa había solicitado que el juicio no se realizara de forma virtual, para que el acusado pudiera estar en contacto personal con su abogado al momento de la declaración de los testigos. Por tal motivo, el debate se postergó hasta fines de este año. Y la espera por Justicia por parte de la familia de Alicia, también.
“Él solicita y le otorgan. Pide y le dan. Le dan. ¿Y nosotros? Yo luché durante años para ver el expediente al que jamás pude acceder porque no somos querellantes en la causa”, se quejó María Josefa y la voz se quebró.
Finalmente, tras más de cinco años de angustia, el juicio contra Mariano Fernández, además de la de este miércoles, tendrá una segunda jornada el viernes próximo y se escuchará a 24 testigos. El tribunal que juzgará al acusado está presidido por la jueza Mónica Adriana Rodríguez de Piuma, junto a Juan Martín Mata y Gustavo Darío Farina. La fiscal del caso es Mariel del Valle Calviño y la defensa oficial del imputado, Mariana Yeregui. La familia de Alicia no es querellante en la causa.
Un duelo sin fin
Días antes del juicio, María Josefa Saucedo -empleada doméstica, de 62 años- recibió a Infobae en su casa de Florencio Varela, donde crió a sus ocho hijos: Ariel (41), Daniela (40), María Elena (39), Luján (37), Mario (36), Ezequiel (34), Romina (32) y Alicia quien, el pasado 13 de septiembre, hubiera cumplido 29 años.
Alicia ya no está presente entre los suyos pero, al mismo tiempo, está en todos lados: su cara se replica en las remeras y barbijos que llevan puestas sus hermanos y su madre, en las fotos que hay sobre la mesa, en los portarretratos que hay adentro de la casa, en los panfletos que imprimió su familia y que exigen “Justicia por Ali Vallejos” y en el rosedal, que plantó ella misma y que florece cada septiembre llenando de vida el jardín de la casa de su madre.
“Ali era muy divertida. Dejó un vacío impresionante en esta familia. Ella llegaba a la casa y era luz. Mi mamá la llora todos los días. Esto es lo que deja un femicidio y lo peor de todo es que mi hermana es un número más. Por que mañana te levantás y hay otra familia con carteles pidiendo Justicia”, se sinceró Romina que, en los últimos años, encontró apoyo en el grupo “Atravesados por el femicidio”.
Josefa la escucha atenta y se seca las lágrimas detrás de un barbijo blanco con el nombre de su hija escrito con marcador negro. “Me acuesto y me levanto pensando en Ali. A veces, no la veía por días y de pronto aparecía y me decía: ‘Má, ¿ponés la pava para unos mates?’”, recordó.
El crimen
El femicidio ocurrió el domingo 14 de agosto del 2016, cerca de las 16. Esa tarde, se escuchó un estruendo en el barrio Don Orione. Un llamado al 911 hecho por una vecina dio aviso a la Policía Bonaerense que, rápidamente se trasladó hasta la calle Monserrat al 800. Una vez en el interior de la casa, los agentes encontraron a Alicia debajo de una cama: tenía sangre en la nuca y aún respiraba. La trasladaron de urgencia al Hospital “Mi Pueblo” de Florencio Varela, pero falleció el mismo día.
El informe de autopsia fue contundente: Alicia recibió un disparo a quemarropa. El arma nunca se encontró.
A las 48 horas del hecho, la Policía detuvo a Fernández, quien se había fugado y se ocultaba en la casa de un pariente en los monoblocks de la villa Los Eucaliptos, de Quilmes. Desde entonces, está detenido en la Unidad Penitenciaria N°24 de Florencio Varela.
En el expediente, al que accedió Infobae, distintos testigos dieron cuenta de que Fernández ejercía violencia física y psicológica sobre Alicia.
Quienes declararon contaron -entre otras cosas- que Fernández “se drogaba, se ponía violento, le pegaba cachetazos y trompadas a Alicia”, o que, “cada vez que se peleaban, él le sacaba un par de zapatillas que le había regalado”. También aseguraron que el detenido “llegó a cortarle un dedo y a correrla con un cuchillo” o que “la obligaba a salir de la casa cuando él se iba a trabajar, porque tenía celos de su propio hermano”.
La investigación realizada demostró, además, la existencia de otros episodios de violencia e intimidación del imputado hacia la víctima, dando cuenta de “una relación de continuo sometimiento y temor”. Incluso, en dos oportunidades previas, Fernández fue condenado por amenazas con el empleo de armas contra Alicia y su grupo familiar.
El próximo 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Este año, una vez más, la fecha llega y las cifras son alarmantes. En Argentina, entre el 1° de enero y el 31 de octubre de este año, 227 mujeres fueron asesinadas por violencia machista. Es decir, se registra un femicidio cada 32 horas. En el 60% de los casos -según un informe del Observatorio de Feminicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, a cargo de la ONG La Casa del Encuentro– el femicida es la pareja o ex pareja de la víctima. Como consecuencia de esos crímenes 255 hijas e hijos -de los cuales el 60% son menores de edad- quedaron sin madre.
Después de casi 2.000 días de una espera silenciosa y solitaria, finalmente, la familia Vallejos espera encontrar un poco de “paz” tras el juicio. Mientras tanto, en la cocina de su casa de Florencio Varela, María Josefa, a veces sin darse cuenta, se descubre esperando que su Ali entre por la puerta y le diga: ‘Má, ¿ponés la pava para unos mates?’”.