“La Bartolina”, donde ya se encontraron 500 kilos de restos humanos, está a poca distancia de la ciudad del magnate.
Un campo de exterminio denominado “La Bartolina”, en el estado norteño de Tamaulipas, donde han desaparecido decenas, quizá centenares de personas, se ubica justo a poca distancia de la ciudad futurista del magnate estadounidense Elon Musk.
No es el primer lugar del mundo donde el paraíso y el infierno se ubican uno frente al otro, pero quizá es un lugar único, dividido sólo por el Río Bravo (o Río Grande) porque coloca a un lado de otro a un lugar de barbarie de tipo medieval con un territorio donde se fragua la conquista del espacio.
“La Bartolina” se ubica justo a poca distancia de la ciudad futurista del magnate estadounidense Elon Musk.
Mientras Musk, con sus colaboradores, trabaja en la localidad de Bocachica, Texas, para hacer realidad sus planes ambiciosos de conquistar Marte y “de ahí las estrellas”, como dijo en un mensaje por Twitter, en “La Bartolina”, un grupo de mujeres busca descifrar el doloroso misterio de dónde se encuentran sus familiares desaparecidos.
Desde 2014, Musk ha realizado pruebas para cohetes espaciales y busca convertir a Boca Chica (que planea renombrar Starbase (Base de las Estrellas) justo cuando los Zetas se ocupaban a escasos kilómetros de una labor clandestina diametralmente opuesta, para deshacerse de sus rivales sin dejar rastro en sitios macabros como este.
500 kilos de restos humanos
Situado en el ejido (propiedad comunitaria) del Huisachal en Tamaulipas, cerca de la frontera con Brownsville, Estados Unidos, La Bartolina es un lugar donde autoridades y colectivos como “Madres unidas por nuestros desaparecidos” han logrado recuperar 500 kilos de restos humanos en un lapso de cinco años.
La Bartolina, perteneciente al municipio de Matamoros, fue uno de los campamentos donde la temida y ya disuelta banda Los Zetas, formada por ex elementos de élite de los Ejércitos de México y Guatemala, daban muerte a quienes identificaban como sus enemigos y se deshacían sus cadáveres.
Apenas el jueves pasado, una docena de mujeres que buscan a sus desaparecidos salieron de Matamoros al predio.
“La Bartolina”, donde ya se encontraron 500 kilos de restos humanos (EFE).
“Viene uno con miedo porque es el territorio de ellos y pueden considerar una ofensa que se ande metiendo uno por aquí”, confesó la activista Delia Quiroa, del colectivo “10 de Marzo”, en declaraciones al diario capitalino Milenio, en referencia a las células de Los Zetas que todavía operan en la región.
“Vemos que las autoridades no hacen nada y pues tenemos que hacerlo nosotros mismos por nuestros propios medios”, señaló otra mujer que acompañaba a Delia y pidió el anonimato.
Las mujeres acudieron al predio, un lugar vedado a los extraños ante el temor de sufrir represalias, custodiadas por la Guardia Nacional y elementos de policía del Estado estatal para verificar las condiciones en las que está la zona, y donde elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) busca restos humanos.
Una vista aérea de los terrenos de Musk (Twitter).
Quiroa señaló que ha solicitado informes a la FGR sobre los avances en la identificación de los despojos restos que ha encontrado, pero sin obtener respuesta.
“Se les pide información de cuántas fosas han sido abiertas, cuántos restos han sido identificados, cuántos no. La premura de que nosotros queramos que este territorio sea resguardado es porque no queremos que se pierda evidencia”, señaló.
9 centros de exterminio
En julio pasado, la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) del ministerio de Gobiernación dio cuenta de la existencia de al menos 9 “centros de exterminio” creados por Los Zetas, que fueron comparados con los creados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, aunque a una escala mucho menor.
Los tenebrosos lugares se ubican en la región noreste del país, en los estados de Coahuila, San Luis Potosí, Tamaulipas y Nuevo León, donde cientos o quizá miles de personas fueron asesinados y luego sus cadáveres cremados o procesados con elementos químicos.
Musk planea renombrar el sitio como Starbase (Base de las Estrellas).
Los investigadores Sergio Aguayo y Jacobo Dayán, de El Colegio de México, uno de los más reputados “think tanks” del país, consideran que estos centros fueron piezas clave que convirtieron a la organización criminal una de las más poderosas maquinarias asesinas y criminales del país.
La titular de la CNB Karla Quintana dijo que se decidió usar el mismo término que Auschwitz, a Birkenau donde murieron millones de judíos porque “son crematorios ilegales” y emulan “hechos espeluznantes de la historia de la humanidad”.
Los Zetas y otras bandas igual de poderosas florecieron al calor de la ola de criminalidad que azota al país desde hace 14 años y medio, y arroja hasta ahora unos 335.000 muertos y al menos 88.000 desaparecidos.