30.5 C
Villa Elisa

Ultimas Noticias

Francisco, de restarle importancia a abanderado mundial de la causa ecológica

La historia de cómo Jorge Bergoglio se convirtió en una de las principales personalidades en promover el cuidado del medioambiente.

Frente a la crisis ecológica actual se destaca que el Papa Francisco representa la voz más autorizada en denunciar los abusos, las actitudes de despilfarro y permanentemente se presenta como la conciencia crítica frente a la lentitud y a la irresponsabilidad de los Estados para tomar decisiones que ayuden a mejorar la calidad de vida de nuestra casa común. Pero la conciencia ecológica en Francisco ha sido un proceso que bien explica él mismo en el libro “Soñemos juntos”, de Austen Ivereigh.

“Mi propia toma de conciencia de esta verdad (la crisis ecológica) -cuenta allí- comenzó a germinar en una reunión de obispos de América Latina en el santuario de Aparecida en Brasil en mayo de 2007. Yo estaba –recuerda el pontífice– en el comité de redacción del documento final del encuentro y, al principio, me fastidiaba un poco que los brasileños y obispos de otros países quisieran dedicar una gran parte del documento a la Amazonia. A mí me parecía excesivo”.

Su interés por la ecología comenzó cuando surgió la situación de la Amazonía en la conferencia de obispos de América Latina, en Aparecida, en 2007,Su interés por la ecología comenzó cuando surgió la situación de la Amazonía en la conferencia de obispos de América Latina, en Aparecida, en 2007,

En efecto, su conversión ecológica ha sido una toma de conciencia paulatina, pero firme. También él recuerda: “¿Qué pasó entre los dos momentos? Después de Aparecida, la cosa se fue asentando. Fui viendo noticias tales como que el gobierno de una isla conocida del Pacifico había comprado tierras en Samoa para trasladar ahí toda su población porque en veinte años la isla estará debajo del mar”.

En este itinerario confiesa que la lectura de los escritos del patriarca de Constantinopla, Bartolomé, ha sido una ayuda decisiva. Al final de este recorrido Jorge Bergoglio expresa: “Lentamente, como el amanecer, fue creciendo una visión ecológica. Empecé a ver la unidad entre la ecología y lo humano y cómo el destino de la humanidad está unido inseparablemente al destino de nuestra Casa Común”.

Francisco se convirtió en el primer pontífice en redactar una encíclica sobre el medioambiente.Francisco se convirtió en el primer pontífice en redactar una encíclica sobre el medioambiente.

La encíclica “Laudato si”, de 2015, que no es simplemente una encíclica verde sino también social, sella la unidad entre ecología y cuestión social. Sabemos de las grandes repercusiones que ha tenido sobre todo en los ambientes de los no-creyentes, siendo apreciada por su denuncia de las desigualdades planetarias, pero también por la presencia de propuestas concretas, que deben alterar las propias actitudes cotidianas. Francisco empuja a optar por otro estilo de vida, asumiendo la conciencia de la gravedad de la crisis ecológica que nos debe llevar a adoptar nuevos hábitos y conductas.

Es importante destacar cómo Francisco reconoce una única crisis, que es crisis antropológica. Afirma en la Laudato Si: “… no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y completa crisis socio- ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza” (LS 139). Se trata de aquello que en la misma sintonía el rabino Sacks llama el cambio climático cultural, paralelo al del ambiente.

Para ello hay que incorporar en la vida diaria “pequeñas acciones cotidianas”. La educación ambiental debe incidir en el estilo de vida de los ciudadanos. El pontífice los enumera: “Evitar el uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar solo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias. Todo esto es parte de una generosa y digna creatividad, que muestra lo mejor del ser humano” (LS 211).

Después de la Laudato Si, Francisco ha alertado en reiteradas oportunidades a los gobiernos y especialistas sobre el drama ambiental. El Sínodo sobre Amazonia ha sido un nuevo gesto que ha involucrado a toda la Iglesia. Asimismo, sería errado pensar que el sínodo solo abordó la cuestión ecológico/social de la grande extensión verde de América Latina. En verdad, es una señal sobre el uso de los recursos ambientales de las diferentes “Amazonias” del planeta.

Francisco cree que debe haber una respuesta mundial coordinada ante la degradación del ecosistema que no puede demorarse.Francisco cree que debe haber una respuesta mundial coordinada ante la degradación del ecosistema que no puede demorarse.

En relación a la calidad de vida de los pueblos originarios, en el párrafo 146 de la Laudato Si, el Papa amonesta sobre las violaciones de los derechos humanos de estas minorías, hasta el exilio y el abandono de sus propias tierras: “…cuando permanecen en sus territorios, son precisamente ellos quienes mejor los cuidan. Sin embargo, en diversas partes del mundo, son objetos de presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para proyectos extractivos y agropecuarios que no prestan atención a la degradación de la naturaleza y de la cultura”. Es importante destacar que la Iglesia católica ha defendido a líderes ambientalistas silenciados y asesinados, de los cuales no se debe perder la memoria.

En el viaje pastoral a Perú en 2018 ante las autoridades nacionales y de la sociedad civil volvió a afirmar cómo la degradación ambiental está profundamente unida a aquella humana y de valores: “La degradación del medio ambiente, lamentablemente, no se puede separar de la degradación moral de nuestras comunidades. No podemos pensarlas como dos instancias distintas A modo de ejemplo, la minería informal se ha vuelto un peligro que destruye la vida de personas; los bosques y ríos son devastados con toda la riqueza que ellos poseen”.

“Este proceso de degradación -agregó- conlleva y promueve organizaciones por fuera de las estructuras legales que degradan a tantos hermanos nuestros, sometiéndolos a la trata —nueva forma de esclavitud—, al trabajo informal, a la delincuencia… y a otros males que afectan gravemente su dignidad y, a la vez, la dignidad de esta nación.”

Hay que recordar que la encíclica fue publicada unos días antes de la Cumbre de París, donde se acordaron las nuevas políticas ambientales. Ese vértice internacional no tuvo el éxito esperado. No obstante ello, las discusiones, los estímulos y las nuevas líneas elaboradas por el documento vaticano han impulsado una nueva conciencia ecológica en la sociedad y también dentro de la Iglesia Católica, haciendo de la voz del Papa un punto de referencia también para sectores que no tienen un perfil religioso.

El desplazamiento forzoso de los pueblos originarios debido a la deforestación preocupa al pontìfice.El desplazamiento forzoso de los pueblos originarios debido a la deforestación preocupa al pontìfice.

Esta urgencia de reflexión y de búsqueda de soluciones ha crecido en los últimos dos años con la difusión de la pandemia del Covid 19, que ha tenido sus raíces en la degradación del ambiente. El mensaje de Francisco en ocasión de la reciente Cumbre de Glasgow sintetiza enérgicamente la conversión ecológica a la que estamos llamados: “Sólo podremos alcanzar los objetivos escritos en el Acuerdo de París si actuamos de forma coordinada y responsable. Son ambiciosos, pero no pueden retrasarse. Hoy estas decisiones dependen de ti.”

Es el llamado del pontífice a una acción común, solidaria. Y, en fin, recomienda: “Es necesario que los países desarrollados contribuyan a resolver la deuda [ecológica] limitando significativamente el consumo de energía no renovable y proporcionando recursos a los países más necesitados para promover políticas y programas de desarrollo sostenible”.

Latest Posts