El Parlamento confirmó al ganador de las últimas elecciones, que dirigirá una coalición formada por socialdemócratas, ecologistas y liberales
Dos meses y medio después de las elecciones en Alemania, el socialdemócrata Olaf Scholz se convirtió este miércoles en canciller de la primera economía europea, al frente de un gobierno de coalición de centro-izquierda, que pone fin a los 16 años de la era de Angela Merkel.
Scholz, de 63 años, recibió 395 votos a favor de los 736 diputados del Bundestag, que fueron elegidos en los comicios del 26 de septiembre.
“Sí”, dijo Scholz a la presidenta del Parlamento, Bärbel Bas, cuando le preguntó si aceptaba el resultado de la votación. El presidente de la República, Frank-Walter Steinmeier, le entregó a continuación un acta que oficializa su nombramiento y marca el inicio de su mandato.
Scholz prestó juramento, junto a su gobierno y ante los diputados, leyendo el artículo 56 de la Ley Fundamental, en el que promete “consagrar sus fuerzas al bien del pueblo alemán”.
Con reputación de sobrio, el nuevo canciller estaba sonriente al recibir felicitaciones, ramos de flores y posar para las fotos.
Su elección como noveno canciller de Alemania después de la guerra no daba lugar a dudas ya que su partido socialdemócrata SPD ganó las legislativas con 206 escaños contra 197 de la formación conservadora Unión Demócrata Cristiana hasta ahora en el poder.
Scholz está apoyado por los Verdes (118 escaños) y los liberales del FDP (92), que forman la nueva coalición en el poder.
El resultado de esta votación marca la retirada de Angela Merkel después de cuatro mandatos. Solo por nueve días, la emblemática dirigente no habrá batido el récord de longevidad en el poder de Helmut Kohl.
La canciller saliente estaba presente durante la votación y recibió un largo aplauso de los diputados.
La dirigente, que encadena homenajes en las últimas semanas, dejará definitivamente la cancillería tras una ceremonia de traspaso de poderes con Scholz, adversario y a la vez aliado, ministro de Finanzas y vicecanciller en los últimos cuatro años.
Merkel, todavía con altas cotas de popularidad, pone así fin a 31 años de carrera política, la mitad de ellos al frente de la primera economía europea y cuarta mundial.
Gobierno paritario
Feminista convencido, Scholz tomará las riendas de un gobierno compuesto por primera vez en Alemania por igual número de hombres y mujeres.
Tres de ellas dirigirán ministerios claves: la ecologista Annalena Baerbock en Exteriores y las socialdemócratas Christine Lambrecht y Nancy Faeser en Defensa e Interior respectivamente.
También por primera vez desde los años 1950 habrá tres partidos en el gabinete alemán.
Pese a programas electorales a veces en las antípodas, el SPD, los Verdes y el FDP consiguieron acordar rápidamente un programa que se centra en la protección del clima, el rigor presupuestario y Europa.
Christian Lindner, dirigente de los liberales y partidario de la austeridad presupuestaria, asumirá la importante cartera de Finanzas.
La recién estrenada coalición deberá hacer frente a la peor crisis sanitaria desde la aparición del covid-19, con los hospitales bajo fuerte presión.
La ola de contagios llevó al gobierno a imponer duras restricciones para los no vacunados, que no pueden entrar en restaurantes, lugares culturales y, en algunas regiones como Berlín, en tiendas.
Scholz tendrá la “gran responsabilidad” de luchar contra la pandemia, dijo el presidente alemán el miércoles.
La estrategia del nuevo ejecutivo pasa por la obligatoriedad de la vacuna, deseada por Scholz y que podría aplicarse desde febrero o marzo.
El dirigente socialdemócrata, antiguo alcalde de Hamburgo, confiará la cartera de Sanidad a Karl Lauterbach, médico de formación y partidario de medidas restrictivas.
Una agenda exterior cargada
Tras la elección de Scholz, la presidenta de la Comisión Europea, Ursuya von der Leyen confió en trabajar con él “por una Europa fuerte”, mientras Rusia esperó mantener con el nuevo dirigente “una relación constructiva”, en un momento en que las tensiones son fuertes entre la UE y Moscú.
“No hay otra alternativa que el diálogo para resolver las diferencias más graves”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Desde Beijing, el presidente chino Xi Jinping indicó que su país está dispuesto “a consolidar y a profundizar la confianza mutua política, a aumentar los intercambios y la cooperación en diferentes ámbitos con Alemania.
Scholz no ha comentado por ahora el “boicot diplomático” anunciado por Estados Unidos contra los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, pero la nueva jefa de la diplomacia no descarta seguir los pasos de Washington.
Annalena Baerbock prometió adoptar un tono más firme que el gobierno precedente ante Rusia, cuya acumulación de tropas en la frontera con Ucrania incrementan el miedo a una posible agresión.
Siguiendo la tradición el nuevo canciller alemán inaugurará su agenda exterior con un viaje a París el viernes, seguido de una visita a Bruselas, para reunirse con los dirigentes del bloque y preparar la cumbre europea de la semana próxima.