Lo halló un satélite y está a 280 años luz de la Tierra. Tiene a una estrella enana como anfitriona, lo que “desafía las teorías sobre cómo se crean” los cuerpos celestes.
Luego de casi cinco años de búsqueda de planetas el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito de la NASA (TESS), los astrónomos encontraron un planeta del tamaño de Júpiter fuera de nuestro sistema solar y lo bautizaron “El Planeta Prohibido”.
Lo curioso del nombre elegido es que es el mismo al de una película del año 1956, una recreación en tono de ciencia ficción de La Tempestad, de William Shakespeare en 1611. Se presume un homenaje en la elección.
En el film, que transcurre a principios del siglo XXIII, el Crucero de los Planetas Unidos C-57-D es enviado al planeta Altair IV en el sistema estelar Altair, a dieciséis años luz de la Tierra, para saber qué le pasó a una expedición enviada 20 años antes.
En el siglo XXI, en los laboratorios de la NASA, por ahora, solamente se trata de ciencia.
Está ubicado a 280 años luz de la Tierra y su nombre científico es TOI 5205b. Pero sus características llaman la atención del mundo de la ciencia.
El “Planeta Prohibido” iguala en dimensiones a Júpiter, el más grande y quinto más lejano de los que componen nuestro sistema solar, Orbita una estrella enana roja llamada TOI-5205, según informa la cadena CNN, que es equivalente al 40% del tamaño y la masa de nuestro sol.
Su temperatura de aproximadamente 3.127 grados centígrados, más fresco, en comparación con el ardiente promedio del Sol de 5.527 grados.
En el informe publicado por The Astronomical Journal, su autor, Shubham Kanodia, dice: “La estrella anfitriona, TOI-5205, tiene aproximadamente cuatro veces el tamaño de Júpiter, pero de alguna manera logró formar un planeta del tamaño de Júpiter, lo cual es bastante sorprendente“.
Para graficar los tamaños del descubierto exoplaneta y su estrella anfitriona, los investigadores eligieron la figura de una arveja girando alrededor de un limón. En el sistema solar que integra la Tierra, la proporción sería la de un guisante alrededor de un pomelo, que vendría a ser nuestra fuente de luz y energía.
Por qué el “Prohibido” desafía las teorías de cómo se forman planetas y estrellas
Según reporta la misma cadena estadounidense, el descubrimiento desafía las teorías sobre formaciones de cuerpos celestes.
Las estrellas se forman a partir de nubes masivas de gas y polvo en el espacio. El material sobrante de la formación se arremolina alrededor y crea “un disco giratorio” donde nacen los planetas.
“La existencia de TOI-5205b amplía lo que sabemos sobre los discos en los que nacen estos planetas”, dijo Kanodia.
“Al principio, si no hay suficiente material rocoso en el disco para formar el núcleo inicial, entonces no se puede formar un planeta gigante gaseoso. Y al final, si el disco se evapora antes de que se forme el núcleo masivo, entonces no se puede formar un planeta gigante gaseoso”, explica el especialista. Y, sin embargo, destaca que “TOI-5205b se formó a pesar de estas barreras“.
“Según nuestra comprensión nominal actual de la formación de planetas, TOI-5205b no debería existir; es un planeta ‘prohibido’”. sostiene.
El telescopio espacial James Webb será la herramienta de ahora en más para ampliar los conocimientos sobre el flamante objeto de estudio, mientras que ya se registran indicios de más planetas similares a este que “es atípico, pero no único”, según Kanodia.
El pasado 16 de febrero, el artífice del descubrimiento publicó en su cuenta de Twitter: “Estoy emocionado de anunciar el descubrimiento“. Su cuenta tiene apenas 366 seguidores y su mensaje fue potenciado por la del Carnegie Institution for Science, que a través de la misma red social reforzó la idea de que “sus hallazgos desafían las ideas arraigadas sobre la formación de planetas”.
