Su directora, con cargo concursado y prorrogado por tres años en 2023, es la diseñadora, docente y curadora Victoria Salías, que seguirá trabajando en la Secretaría de Cultura. “No tuve comunicación oficial, y hasta entonces seguiré en funciones”, dijo a LA NACION. Mañana le pedirá una reunión a Cifelli.
En 1972, el Museo Nacional de la Historia del traje era una “extensión” del Museo Histórico Nacional. Se convirtió en un organismo propio en 1986.
De este modo, “motosierra” mediante, el Estado pasaría a administrar ahora veinticinco museos en vez de veintiséis. No hubo despidos de personal en la institución, donde trabajan veintiocho personas. Paradójicamente, el Museo tiene desde hace un mes y medio una asociación de amigos. A finales del año pasado, había ingresado una donación muy grande de prendas y objetos.
Trabajadores del museo, en diálogo con LA NACION, manifestaron su “estupefacción” por la medida. Convocarán a la comunidad cultural para impedir el cierre de la institución y “dar pelea”.
Desde la Secretaría de Cultura se informó que la institución seguirá funcionando en los “dos grandes centros culturales” de la ciudad de Buenos Aires que dependen del organismo: se presume que son el Centro Cultural Kirchner o futuro “Palacio Libertad” y la Casa Nacional del Bicentenario, así como también en las Casas del Bicentenario ubicadas en diferentes puntos del país.
El jueves pasado, Salías y Barela habían inaugurado en el CCK la muestra Se dice de mí. Historias de tango y moda que recibió 3795 visitas. “Si yo tuviera un CCK, también haría muestras convocantes como esa”, apuntó Salías. La exhibición se puede visitar de miércoles a domingos, de 14 a 20.
En la sede del museo, sin embargo, se conservarán los talleres y el depósito del acervo cultural: más de 9300 piezas entre trajes, accesorios, calzados, objetos de uso cotidiano, instrumentos de costura, molderías y materiales gráficos que van desde el siglo XVIII hasta el presente. Posee además una biblioteca con miles de ejemplares de catálogos, libros, revistas, grabados y moldes de prendas de todas las épocas. “Tenemos un patrimonio hermoso pero no lo podemos exhibir por cuestiones de espacio”, informó Salías, que en gestiones anteriores (las de Mauricio Macri y Alberto Fernández) había solicitado otra sede para la institución.
Asimismo, el Gobierno comunicó que planea abrir en Chile 832 un nuevo centro cultural “con foco en la cultura independiente”, en el que se programarán obras de teatro, muestras artísticas y otras propuestas culturales (como ya pasa en otros centros culturales). Sin embargo, el edificio es Monumento Histórico Nacional desde 1990 y es poco probable que se puedan hacer grandes reformas.
Se remarcó, además, que el museo tiene “problemas de accesibilidad” (se accede solo por escaleras) y que tanto la fachada como el patio necesitan mantenimiento.