Se sabía que el famoso viajero había tenido tres hijas en su matrimonio pero un documento revela ahora que había una cuarta nunca mencionada.
Marcello Bolognari, un estudiante de doctorado en la Universidad Ca’Foscari, descubrió en los Archivos Estatales de Venecia un documento que revela que Marco Polo tuvo una hija llamada Agnese, que nació antes de que el famoso viajero se casara con Donata Baoder, con la que tuvo sus tres hijas oficiales: Fantina, Bellela y Moreta.
El documento, escrito por la propia Agnese en Venecia el 7 de julio de 1319, cuando estaba al borde de la muerte, encomienda a su padre Marco Polo la tarea de trasmitir sus últimos deseos al sacerdote notario Pietro Pagano, de la iglesia de San Felice, informa RT.
El pergamino también menciona a su marido Nicolo y a sus hijos Barbarella, Papon (apelativo que significa glotón) y Franceschino, así como al maestro de los niños, Raffaele da Cremona.
“No sabemos si Marco Polo estuvo casado antes o si Agnese nació de una relación esporádica de Marco Polo”, ha explicado Bolognari. Pero el hecho de que Agnese le confiara a Polo su testamento era una prueba de que él sabía de su existencia y de que ambos tenían una “relación fuerte y de confianza”, agregó Bolognari.
“Examinando el documento (añade Bolognari), además del padre Marco Polo, Agnese nombra también como fideicomiso testamentario a Stefano Polo. Este es un hermano natural del mercader, según el árbol genealógico de los Polo, y en consecuencia debía de ser un tío de la testadora”.
Sin noticias de la madre
Agnese no nombró a su madre en el testamento, y eso podría haber sido una señal de que esa había muerto, sostiene Bolognari y explica RT.
Se cree que Agnese nació entre 1295 y 1299, inmediatamente después de que el mercader y explorador regresara a Venecia en 1295 y antes de pasar un año como prisionero en Génova (1298-1299), un estado enemigo de Venecia en aquella época, dice RT.
Hasta el momento la hija más conocida del viajero era Fantina Polo, una digna y decidida descendiente del veneciano y autor del bestseller de la época, “Los viajes de Marco Polo”, que no dudó en acudir a la corte para reclamar la herencia que le dejó su padre.