Esta terapéutica, que reúne inmunoterapia y quimioterapia, podría reducir el riesgo de muerte en un 37%. Está destinada a pacientes que no se encuentren en procesos de metástasis
Las enfermedades oncológicas generan un entorno de incertidumbre para el paciente y su familia, más allá de cómo se presenten y del diagnóstico inicial. Sin embargo, si el diagnóstico indica la detección de cáncer de pulmón la magnitud de la preocupación puede ser aun mayor ya que es la forma más frecuente y mortal de cáncer en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora, Argentina acaba de dar un paso importante en la lucha contra esta patología: la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) autorizó un tratamiento que combina inmunoterapia con quimioterapia, esta opción terapéutica está destinada a pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) que no se encuentren en proceso de metástasis, y se administra antes de realizarse una cirugía.
De esta forma, nuestro país se convirtió en la tercera nación del mundo en concretar la aprobación de este tratamiento. Esta clase de alternativas apunta esencialmente a evitar o a demorar la reaparición del cáncer. De acuerdo a las investigaciones previas que probaron su efectividad, la combinación de las dos terapias (inmunoterapia y quimioterapia) logró reducir la progresión de la enfermedad y el riesgo de muerte en un 37%.
Esta opción terapéutica (nivolumab) podrá administrarse para personas con cáncer de pulmón de células no pequeñas, que comprende entre el 85 y 90% de los casos de cáncer de pulmón
A su vez, se observaron mejoras significativas en las diversas respuestas del organismo ante las aplicaciones. Para llegar a estos resultados, se evaluaron clínicamente a 358 pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas, una clasificación que toma en cuenta el tamaño y la apariencia de las células malignas de la patología.
La inmunoterapia es un proceso que estimula y refuerza las defensas naturales de los pacientes para combatir esta clase de enfermedades graves con mayor eficacia. Esta posibilidad se ha utilizado para diversos casos de cáncer de pulmón localizado e incluso en diagnósticos más avanzados como los metastásicos. Sin embargo, su combinación con la quimioterapia no había sido profundizada hasta el momento.
La relevancia de la investigación en inmunoterapia y su innovación para el tratamiento de enfermedades oncológicas, fue destacado en 2018 cuando los científicos James Allison -de Estados Unidos- y Tasuku Honjo -de Japón- recibieron el Premio Nobel de Medicina por sus hallazgos relacionados a la lucha contra los tumores malignos mediante el tratamiento del sistema inmunitario del paciente. Este paso resultó imprescindible para conocer el potencial de la inmunoterapia y para impulsar nuevos y futuros estudios.
Bristol Myers Squibb, la compañía biofarmacéutica responsable de este tratamiento en el país, celebró la reciente aprobación de la ANMAT. “Nos enorgullece la habilitación de esta nueva posibilidad que continúa demostrando el compromiso, la experiencia y el liderazgo que tenemos para desarrollar terapias inmuno-oncológicas que puedan mejorar la vida de los pacientes”, precisó la CEO de la empresa, Silvana Kurkdjian.
“La primera inmunoterapia llegó a Argentina en 2011, desde entonces, el avance de la investigación clínica ha permitido traer este abordaje terapéutico a estadios más tempranos en distintos tumores, ofreciendo a las personas nuevas alternativas en sus tratamientos”, apuntaron desde la compañía biofarmacéutica.
Según datos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) -que pertenece a la OMS- anualmente se diagnostican más de 2 millones de casos de cáncer de pulmón en el mundo. En el caso de Argentina se confirman cerca de 12.000 diagnósticos cada 12 meses, lo que representa el 9,3% de todas las patologías oncológicas.
En ese marco, meses atrás la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) alertó sobre otro dato preocupante. Apenas el 20% de los enfermos con cáncer de pulmón son diagnosticados en el estadio temprano, que es la etapa cuando las posibilidades de curación ascienden hasta el 90% con el tratamiento adecuado. A su vez, la mayoría de las personas recibe el resultado en etapas ya avanzadas, y aquí las chances de llegar a un tratamiento exitoso se reducen al 10%. Por lo tanto, cobra aun mayor notoriedad la mencionada aprobación de la ANMAT.
De acuerdo a la información difundida por el Ministerio de Salud, el principal factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón es el tabaquismo, aunque también los antecedentes familiares y la contaminación del aire pueden favorecer su aparición. Los síntomas más frecuentes de esta enfermedad son la pérdida de peso, hinchazón en la cara, dificultad respiratoria, tos, ronquera y dolor torácico.