La Justicia encontró pruebas que vinculan al jefe preso en el penal federal de Rawson con el único detenido por el ataque cometido en septiembre pasado. El caso está a cargo del fiscal Javier Arzubi Calvo
La celda del jefe narco René Ungaro en el penal federal de Rawson fue requisada en la mañana de este jueves, ya que el fiscal federal Javier Arzubi Calvo sospecha que pudo haber sido quien planificó el atentado a tiros contra el edificio de la Justicia federal de Rosario, ocurrido el 28 de septiembre pasado.
La investigación federal pudo detectar que el único detenido por el ataque, Guillermo Camarasa, mantuvo diálogos telefónicos con una línea cuya antena impactó en esa cárcel federal. El análisis de las llamadas, entrecruzamiento de filmaciones y registros de internos del penal permitieron determinar que esa persona era René “Brujo” Ungaro. Por eso, el juez Marcelo Bailaque autorizó requisar su celda para avanzar en la causa.
De acuerdo a los datos que recolectó el fiscal federal, Camarasa y Ungaro fueron compañeros de pabellón en la unidad penitenciaria Nº 11 de Piñero. Luego, “El Brujo” fue trasladado a Ezeiza después de la masiva fuga de reclusos ocurrida en junio del año pasado en esa cárcel santafesina.
La celda del capo ya había sido inspeccionada de forma rutinaria ayer por personal del SPF. Según fuentes judiciales, se le incautó un celular.
El capo narco volvió a ser trasladado a finales de agosto, de Ezeiza a Rawson, después de que quedara mencionado en la causa por el doble homicidio de Claudia Deldebbio y Virginia Ferreyra, madre e hija, quienes fueron atacadas a tiros mientras esperaban un colectivo en Maestros Santafesinos e Ísola. Ese movimiento hacia la Patagonia fue ordenado por la Justicia federal, una maniobra típica: enviar detenidos problemáticos hacia Rawson se hace desde hace años para neutralizar su poder, aislarlos de sus grupos de dominio, algo que sirve para los presos capaces de generar episodios de violencia o comandar sus organizaciones desde prisión. Esa resolución, se sospecha, pudo haber sido la motivación de Ungaro para planificar el atentado en septiembre pasado.
Por su parte, Camarasa, de 35 años, ya fue indagado y sigue preso. Cuenta en el viejo sistema procesal penal de Santa Fe con dos condenas, de causas de 2009 y 2012, por robo calificado. Ambas sentencias fueron posteriormente unificadas en una pena única de 7 años y 10 meses, cuyo monto venció el 18 de julio de 2020.
Después de que se le venció la pena unificada protagonizó un hecho policial que lo vinculó a Ungaro. Fue en enero del año pasado, cuando fue allanado en el complejo Fonavi de barrio Parque del Mercado, en la zona sur de Rosario, por una investigación surgida a partir de una balacera con un herido. A él lo encontraron en una vivienda que estaba identificada como una propiedad de un presunto gatillero de la banda de “El Brujo”. Si bien en ese caso no fue aprehendido, quedó flotando el indicio de su relación con esa organización.
Quién es René Ungaro
La primera condena de “El Brujo” fue en 2011, cuando le dieron 13 años como uno de los autores del asesinato de Roberto “Pimpi” Caminos, por entonces jefe de la barra brava de Newell’s.
Ya preso en la cárcel santafesina de Piñero, Ungaro se dedicó a liderar su estructura a través de celulares. Su organización se fusionó con la del clan Los Funes, que también opera en su mismo territorio: los barrios Tablada, Parque del Mercado, Municipal y República de la Sexta, todos en la zona Sur de Rosario. El objetivo era hacerle frente a Los Caminos, parientes de “Pimpi” y relacionados con Los Monos. Por esa asociación ilícita, que cometió balaceras, crímenes, usurpaciones y amenazas, recibió otros 7 años de prisión en mayo del año pasado tras un juicio provincial.
Ungaro también recibió una pena de 12 años de cárcel en agosto de 2021, cuando el Tribunal Oral Federal Nº1 de Rosario lo consideró líder de la organización que comercializa estupefacientes, principalmente, en la zona sur de la ciudad.
En paralelo, el 10 de septiembre pasado el fiscal Patricio Saldutti imputó a dos presuntos gatilleros de la estructura de Ungaro por el doble homicidio de Claudia Deldebbio y Virginia Ferreyra. Se trata de Fernando (44) y Lautaro Cortez (19), padre e hijo, respectivamente.
En la previa a esa audiencia imputativa ya había trascendido la versión de que el jefe narco había planificado esa balacera en la que murió la mujer y su hija bailarina. Por ese motivo, el Tribunal Oral Federal Nº 1 resolvió sacarlo de Ezeiza, desde donde habría instigado el ataque.