Este año se adelantó el pico de contagios que suele ocurrir a mediados de junio y los hospitales públicos y privados sufren una “sobredemanda” de consultas. Cuáles son los síntomas y cuándo acercarse a un centro de salud
La temporada de bronquiolitis se adelantó. Lo habitual es que su pico se produzca durante junio, pero los casos crecieron significativamente durante mayo. Esto generó una imagen que se repite cada invierno: demoras en las guardias y salas de espera con gran cantidad de niños pequeños y cuadros con complicaciones respiratorias.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación indicaron el aumento de las consultas por cuadros respiratorios empezó a observarse a principios de marzo. “Esta tendencia se consolidó en la semana 20 del calendario epidemiológico (del 14 al 20 de mayo) con una mayor circulación del virus sincitial respiratorio y un aumento de las internaciones por bronquiolitis, cuando habitualmente este pico estacional se produce en la semana 24 (a mediados de junio)”, señalaron desde la cartera sanitaria que dirige Carla Vizzotti.
Según confirmaron a Infobae desde el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, se detectó un 25% más de casos de esa enfermedad que en mayo del año pasado. “Esto representa un 30% más de casos que el promedio histórico de los últimos cinco años, sin contar los años en los que transcurrió la pandemia de COVID-19, ya que no se registraron casos de bronquiolitis”, dijeron desde la cartera sanitaria que dirige Fernán Quirós.
La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y afecta sobre todo a los menores de 1 año. Puede ser causada por distintos virus; el más común es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR). El VSR también causa infecciones respiratorias que pueden ser graves en adultos mayores, como la neumonía.
“Hace una semana que las infecciones respiratorias representan entre el 50% y 70% de las internaciones”, había señalado ayer a Infobae Darío Barsotti, director médico adjunto del Hospital Juan P. Garrahan.
“Estamos viendo un adelantamiento del aumento de las infecciones respiratorias. Estos cuadros después de la pandemia se están dando de manera distinta a lo habitual. Nosotros esperábamos que el pico llegará en la semana epidemiológica 24 (mediados de junio) y este año estamos un 25% por encima ya en la semana 20 (del 14 al 20 de mayo). Algo que también se dio en el hemisferio norte, con un comportamiento viral similar a lo que sucedía previo a la pandemia”, completó Barsotti.
Cuáles son los síntomas de la bronquiolitis
El virus sincicial respiratorio afecta las vías aéreas pequeñas (inflamación de los bronquiolos), provoca distintos grados de dificultad para respirar y se manifiesta con agitación, tos, decaimiento, dificultad para alimentarse o dormir.
– Respiración rápida, con silbidos o ronquidos.
– Se le hunde el pecho al respirar.
– Tiene más de 38° de fiebre de manera persistente y/o mocos.
– Pérdida del apetito.
– No puede beber o amamantarse.
– Está decaído/a y se ve enfermo/a.
Al no existir tratamientos para el virus (no hay jarabes ni antibióticos), es fundamental controlar que el compromiso respiratorio no afecte la oxigenación normal y asegurarse de que el bebé pueda alimentarse e hidratarse lo suficientemente bien, pese a la dificultad respiratoria, advierten las autoridades sanitarias.
En un comunicado difundido el domingo, el Ministerio de Salud de la Nación señaló que si el niño tiene una infección respiratoria, se debe acudir inmediatamente a un centro de salud más cercano. Y es sumamente importante no automedicarlo. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico.
Cuidados para prevenir enfermedades respiratorias es importante:
Los virus que causan infección respiratoria aguda se transmiten de una persona a otra por el contacto directo entre las manos y superficies contaminadas, y a través de las secreciones nasales o las gotitas de saliva que viajan por el aire cuando una persona enferma habla, estornude o tose. Por eso es importante:
– Lavarse las manos periódicamente, especialmente después de tocar manijas, dinero, objetos de oficina, juguetes de otros niños/as, etc.
– Usar alcohol en gel cuando no haya agua y jabón para lavarse las manos.
– Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo.
– Limpiarse la nariz con pañuelos descartables.
– Evitar el contacto con personas que tengan enfermedades infecto-contagiosas.
– Evitar el humo de cigarrillos y braseros cerca de los niños y niñas.
– Ventilar siempre los ambientes.
– Mantener los esquemas de vacunación al día.
La mayoría de los niños y niñas con bronquiolitis se curan en aproximadamente 2 semanas, En algunos casos pueden quedar con mayor sensibilidad bronquial durante un tiempo y ser propensos a cuadros recurrentes de dificultad respiratoria.
La importancia de la vacunación
El infectólogo Eduardo López, jefe del departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, explicó en Infobae que, con la llegada del otoño y las bajas temperaturas, es fundamental cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación y consultar al médico de cabecera sobre vacunas a aplicarse en la época invernal.
Además del VSR, patógeno para el cual hay vacunas en estudios avanzados pero aún falta la autorización global y local de las fórmulas, es fundamental tener las dosis al día de todos los inoculantes que ayudan a fortalecer el sistema inmune frente al ataque de patógenos.
“Entre esas afecciones respiratorias, quizás una de las más conocidas por la cantidad de afectados a nivel global todos los años, es la gripe o influenza, causada por el virus de la influenza. Muchas veces se minimiza el impacto de esta enfermedad, pero debemos recordar que también puede derivar en cuadros graves”, señló el doctor López..
El COVID-19 y la gripe comparten síntomas, entre los que frecuentemente se registran fiebre, tos, secreción nasal, malestar corporal y cansancio, entre otros, por lo que es recomendable que los profesionales de la salud realicen pruebas rápidas para un diagnóstico temprano. Con la cocirculación de estos virus, las pruebas específicas son una herramienta clave de diagnóstico para iniciar un tratamiento temprano, a los pocos días de la aparición de los síntomas.
El doctor López enfatizó: “Es muy importante que la población cumpla con la recomendación de la vacunación para la gripe, que es gratuita para los niños entre 6 y 24 meses, los mayores de 65 años, las personas con patologías de riesgo, junto con la mujeres embarazadas y el personal de salud”.
En el caso de COVID-19, a principios de mayo el Ministerio de Salud de la Nación actualizó sus recomendaciones para las dosis de refuerzo y dividió a la población según el nivel de riesgo de desarrollar enfermedad grave. Es importante destacar que ambas vacunas (la antigripal y las dosis para el COVID-19) se pueden aplicar simultáneamente cuando la persona concurre a un centro de vacunación.